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Jalil Ibrahim el enemigo del régimen de Jartum

Con la muerte hoy del dirigente rebelde Jalil Ibrahim, máximo líder del principal grupo insurgente de Darfur, el Movimiento de Justicia e Igualdad (MJI), desaparece uno de los principales enemigos del régimen de Jartum.

 Este médico de profesión cambió la bata blanca por el uniforme de guerrillero para levantarse en armas al frente del MJI en 2003 en protesta contra la pobreza y la marginación que vivían los habitantes de su región natal,

Ibrahim, miembro de la tribu Al Zagawa, nació hace 54 años en la aldea de Al Tina, en la provincia de Darfur del Norte, cerca de la frontera con Chad.

Tras estudiar Medicina en la Universidad de Al Yazira de su país emigró a Arabia Saudí, donde estuvo trabajando unos años, y regresó a Sudán después de la llegada al poder de Omar Hasan al Bachir a mediados de 1989.

Durante un tiempo, trabajó en un hospital de Omdurman, sector oeste de Jartum, antes de comenzar su actividad política junto al Gobierno de Al Bachir a principios de la década de los noventa.

Fue responsable de Sanidad en el Ejecutivo regional de Darfur y después fue designado titular de Educación en la Administración de Darfur del Norte para luego trasladarse a la provincia del Nilo Azul, en el sureste del país, como encargado de Asuntos de Ingeniería.

Cuando en 1999 se produjo la división en las filas islamistas entre el líder histórico del gobernante Partido de la Conferencia Popular, Hasan al Turabi, y Al Bachir, Ibrahim se inclinó a favor del primero y llegó a ser uno de los dirigentes de su formación política.

En el año 2000, Jalil publicó el "Libro Negro: el desequilibrio de poder y riqueza en Sudán", en el que acusaba a los árabes de tener una representación desproporcionada en los altos cargos del Gobierno.

Un año más tarde anunciaba oficialmente la formación del MJI, cuyo origen se remonta a 1994.

El MJI es de tendencia islámica y la mayoría de sus miembros pertenecen a tribus africanas.

En febrero de 2003, el MJI se levantó en armas junto al Movimiento de Liberación de Sudán (MLS), liderado por Abdelwahid Nur.

Una de las mayores acciones armadas del MJI se produjo en mayo de 2008 contra Omdurman donde murieron 255 insurgentes y 77 miembros de los cuerpos de seguridad.

Tras ese ataque, decenas de los combatientes del MJI fueron condenados a muerte, incluidos dos de los hermanos de Ibrahim.

Después de la ofensiva, el MJI tomó parte en negociaciones de paz, auspiciadas por Catar, y firmó dos memorando de entendimiento con el Gobierno sudanés, pero suspendió su participación en las conversaciones al considerar que era inútil negociar con el régimen al que acusó de mantener una actitud inflexible.

En mayo de 2010, Jartum pidió a la Interpol (policía internacional) la detención de Ibrahim por el ataque de 2008 contra Omdurman, mientras que las autoridades de Chad le retiraron el apoyo que le habían dado hasta ese momento al saldar sus diferencias con el Gobierno de Sudán.

Ambos Estados había roto sus relaciones por la ofensiva de Omdurman, de la que Bachir responsabilizó a Yamena por su apoyo a Ibrahim, emparentado con el presidente chadiano, Idris Deby.

Los dos países firmaron un acuerdo de normalización de relaciones en enero de 2010 en el que se comprometieron a no apoyar a movimientos armados opositores del otro Estado.

Así, cuando Ibrahim intentó entrar a Darfur a través de Chad en mayo de 2010, tras un viaje a Egipto, las autoridades chadianas se lo impidieron y tuvo que refugiarse en Trípoli, protegido por el coronel Muamar el Gadafi.

Después de más de un año en Libia, Ibrahim pudo regresar a Darfur el 11 de septiembre pasado tras un llamamiento del MJI a la comunidad internacional para que salvara a su líder después de que Gadafi huyera de Trípoli por el avance de los revolucionarios libios.

Sin embargo, al final encontró la muerte hoy en su país, donde ahora se abre un futuro incierto para el MJI.