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«Cualquier mujer puede ser hermana mayor»
SEVILLA- Maruja Vilches ha abierto muchos caminos en el difícil mundo de la Semana Santa sevillana. Formó parte del grupo de nazarenas que salió por primera vez en su hermandad, Los Javieres, en 1985, cuando todavía las reglas de la cofradía prohibían que las hermanas participaran en la estación de penitencia; fue la primera mujer que pronunció el Pregón de las Glorias, en 2006; y fue pionera también al ser nombrada consejera del Consejo de Hermandades, junto a otras dos cofrades. Pero le quedaba aún el reto más importante: ser la primera hermana mayor de una cofradía de penitencia de Sevilla. Y así será. Vilches accederá al cargo en los próximos días después de la renuncia del hasta ahora hermano mayor, Jesús Gutiérrez, por motivos de enfermedad.
Después de recibir multitud de felicitaciones, reconoció ayer a LA RAZÓN que está «entusiasmada» y «muy ilusionada» con esta responsabilidad. «Estoy deseando entregarme por completo a mi hermandad», aseguró, no sin antes subrayar que siente «pena» porque Gutiérrez «está enfermo y ha hecho un esfuerzo muy grande para estar al frente de la corporación».
Vilches es consciente de que es pionera en un ámbito tradicionalmente reservado a los hombres. «Me ha tocado abrir muchas puertas», aunque recalca que «Dios nos coloca en el lugar que nos corresponde». No obstante, considera que la incorporación de la mujer a la Semana Santa sevillana es algo «natural» porque «estamos participando en muchos campos desde hace tiempo».
También subraya que «hoy en día, cualquier mujer puede ser hermana mayor». De hecho, «existen varias en Sevilla, concretamente en hermandades de gloria» –son unas cofradías que no procesionan en Semana Santa, sino el resto del año–.
A sus 70 años, esta profesora de literatura jubilada cumplirá uno de sus grandes sueños al empuñar la vara dorada de Los Javieres. Vilches siempre ha estado vinculada a la cofradía, que el Martes Santo saca en procesión al Cristo de las Almas y a la Virgen de Gracia y Amparo desde la parroquia de Omnium Sanctorum. Además, su marido es uno de los fundadores de la cofradía.
Mirando al cielo
El próximo Martes Santo será muy especial para ella. «Voy a tener en mi memoria a muchas personas y momentos». Y espera que «haga buen tiempo» para que su hermandad, «y todas las de la Semana Santa», salgan a la calle. Precisamente, el año pasado Los Javieres no pudo hacer estación de penitencia a causa de la lluvia. Entonces, ocupó el cargo de hermana mayor provisional, debido a la enfermedad de Gutiérrez. A pesar del agua que estaba cayendo a la hora de la salida, organizó la cofradía en el templo, pero el mal tiempo terminó por aguar sus deseos.
El veto a la mujer en la Semana Santa hispalense terminó el año pasado, cuando el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, decretó la plena igualdad entre hombres y mujeres en el seno de las hermandades. Atrás quedaron años, incluso siglos, en los que las propias reglas de las cofradías impedían que las hermanas se vistieran de nazarena para participar en la estación de penitencia. Tan sólo tres cofradías –El Silencio, El Santo Entierro y La Quinta Angustia– mantenían la prohibición.
Las reacciones
«Esto es un ‘‘boom''»
Su teléfono echa humo. Maruja Vilches no ha parado de recibir felicitaciones de cofrades y amigos desde que se supo la renuncia del hermano mayor de Los Javieres, Jesús Gutiérrez. «Estoy muy sorprendida por la repercusión que está teniendo esto», asegura. También mantiene que acceder al cargo de hermana mayor «no tiene tanta importancia». «Esto ya está superado en Sevilla, pero bueno, agradezco el interés de todos». Entre otros, ha recibido palabras de aliento del alcalde, Juan Ignacio Zoido. «Esto ha sido un ‘boom'», señala mientras ya hace planes para la cuaresma.
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