Llegan a Barcelona los supervivientes de la tragedia fluvial en México

Con el rostro serio, la mirada perdida y escoltados por miembros de seguridad llegaron ayer al aeropuerto de El Prat (Barcelona) los dos jóvenes supervivientes del accidente en un río mexicano, Bernat Palau y Aina Frau. Tras la pesadilla vivida en México, donde aún sigue desaparecido su compañero de viaje Francesc Espasa, de 26 años y vecino de Lleida, y tres chicas más fallecieron tras volcar la lancha en la que intentaron cruzar el río Tanchachín, declinaron hacer declaraciones ante la nube de periodistas que les esperaba.

A su llegada a Barcelona sobre las 18.00 horas, en un vuelo que hizo escala en Madrid, los dos supervivientes se reunieron con sus familiares en una sala íntima del aeropuerto dónde también les esperaban los allegados a su compañero Francesc, desaparecido río abajo. Los dos jóvenes, estudiantes de telecomunicaciones en la Universidad Politécnica de Cataluña y que viajaron al país azteca para realizar un proyecto de cooperación, entregaron a la familia de Francesc parte de su equipaje.

Además de sus padres y familiares, la pareja fue recibida por los delegados del Govern en Barcelona, Carme San Miguel, y en Lleida, Miquel Pueyo, y el director de la Agencia Catalana de Cooperación, Andreu Felip.

Mientras, en el estado mexicano de San Luís de Potosí, el juez ha decretado prisión para el barquero y el guía que les animaron a cruzar el río a pesar de que las autoridades del país lo habían prohibido por las fuertes lluvias. A ambos se les acusa de un delito de homicidio imprudente.

Por su parte, las familias de Irene Carbó, cuyo cadáver fue encontrado ayer y fue identificado horas más tarde por su padre, y la de Neus y Núria Terradas, han comenzado las tareas de repatriación de los cuerpos. Ambas familias se encuentran en el país azteca y a lo largo de hoy regresarán a España, al municipio gerundense de Cassà de la Selva, donde las banderas del Ayuntamiento ondean a media asta.

El pasado sábado se confirmó la primera víctima de esta tragedia, un día después la muerte de Núria y ayer la de Irene, cuyo cuerpo fue hallado en un avanzado estado de descomposición a 70 kilómetros de donde volcó la balsa. Aunque continúan las labores de búsqueda del último estudiante desaparecido, las autoridades descartan encontrarlo con vida.