Literatura

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Gramos de largueza

La Razón
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Sí, unos gramos de generosidad. Eso es lo que necesitamos en esta hora de España. Confianza y no precipitarse en la toma de decisiones. Trabajo en equipo. Rectitud, equilibrio y sentido común. He aquí algunas claves. Me las da Javier Fernández Aguado, el ‘speaker' español de Management más solicitado a nivel internacional, en una conversación en la que hablamos largamente de la engañosa felicidad de la riqueza y la necesaria templanza en el Gobierno. Aquello del nunca obrar apasionado, en lo que tanto insistía Gracián, desde el convencimiento de que quien así obra todo lo errará. «La precipitación en las decisiones no es signo de agilidad mental, sino de pereza», sostiene Fernández Aguado. Es mucho más costoso profundizar, tener en cuenta las variables, definir estrategias bien pensadas. En pocas palabras: tomarle el pulso a los asuntos. Lo que se llama una realidad planeada. Tomen buena nota los que deciden. Y apunten, también, que no son gente de fiar aquellos que entienden sobre todo y deciden sobre todo. Algo a la orden del día y una de las mayores amenazas para nuestra convivencia y bienestar. Quienes se dedican a liderar, ya sea en la empresa o en la cosa pública, deberían tener muy en cuenta que su tarea es, más que cualquier otra, la de orientar y ser útiles. Algo tan sencillo y gratificante como poner sus capacidades al servicio de los demás. ¡Tal vez no sea pedir tanto! ¿O sí?