Ministerio de Justicia

Un disparate también en lo económico

Un disparate también en lo económico
Un disparate también en lo económicolarazon

Valencia- Ha sido más largo que el del asesino de Marta del Castillo y ha costado una verdadera fortuna. El «caso de los trajes» pasará a los anales de la historia de la Justicia española también por sus números. 45 días desde que empezó y 27 sesiones con un coste total de 400.000 euros destinados a pagar la logística procesal. De ellos, 130.000 cubrieron las dietas de los fiscales anticorrupción y 242.000 la instrucción del juez Garzón.
 Se han estudiado 56 tomos y 19.000 folios. Un trabajo titánico que provocó sesiones de interrogatorios largas, pesadas y por momentos aburridas para los 78 testigos y hasta para los medios acreditados. Más de un centenar. Allí, en pleno centro de la capital valenciana seguían día a día el proceso en el que seis hombres y tres mujeres -se entrevistaron durante doce horas a 19 para que las dos partes dieran el visto bueno a su imparcialidad- decidían el futuro, al menos político, de Camps y Costa. Y lo hacían por 70 euros al día, más las dietas y el alojamiento. Una experiencia más intensa aun si se tiene en cuenta su juventud, pues apenas tres de ellos parecían superar los treinta años de edad.

En cuanto a la Fiscalía, cuatro han sido los representantes necesarios para llevar adelante la instrucción. Ni el «caso Parot» tuvo tantos, sólo el juicio por los atentados del 11-M mereció tal despliegue. Un punto que fue criticado por la defensa por desproporcionado. Y para finalizar otro número. El ocho, que serán las horas que probablemente durmieron anoche Costa y Camps tras muchas noches de insomnio