Colonia
José Gabriel Bernabé: «Tanta dedicación sólo se da en la Iglesia»
Nació: en 1982, Zaragoza. Una película: «Encontrarás dragones». Un libro: «Un mundo sin fin». Un grupo de música: Amaral. Dentro de 20 años: Me veo trabajando y con familia
–Colabora en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Cuénteme la experiencia.
–Empecé buscando alojamientos a los jóvenes que vendrán, la estimación es que acudan entre 450.000 y 600.000 buscando dónde pernoctar. Hay que cuidar los espacios, los dormitorios... Luego me incorporé a las construcciones auxiliares, como la sala de Prensa. Es un trabajo discreto pero vital y ves cómo se organiza un evento multitudinario desde las tripas. Y el trabajo voluntario...
–¿Cómo lo valora?
–Es casi imposible pensarlo en otro colectivo que no sea la Iglesia. Tanta dedicación y tanto tiempo sólo se da en ella.
–Para usted, la experiencia es...
–Un regalo, he participado en dos, en Roma y en Colonia, como peregrino. El encuentro con el Papa en la oración fue espectacular, entre tantos jóvenes te sirve para saber que no eres un bicho raro. Es imposible pensar una concentración de esta envergadura que no sea en la Iglesia católica.
–Su mejor experiencia.
–En la vigilia. Cada uno enciende su velita y ves que dos millones de personas hacen lo mismo que tú, sintiendo lo mismo. Es en estos casos cuando se comprueba que la Iglesia es universal: gente de todas las nacionalidades viviendo un sentimiento común.
–Y nunca se ha hecho en Madrid...
–Es el gran reto porque pasa una vez en la vida seas creyente o no. La gente se va a echar a la calle. Este año Madrid no se queda vacío en agosto.
–¿Los jóvenes están perdidos?
–Hay de todo. Yo veo muchos muy buenos que forman parte de una mayoría silenciosa en el sentido que no salen gritando en la televisión. Su labor es más callada.
-Usted es arquitecto, ¿mira con miedo el horizonte?
-No. Es verdad que hay veces que haces cosas que no tienen que ver directamente con tu trabajo. Eso puede ser frustrante, pero aun así la respuesta a nuestra situación no es salir a la calle a protestar, así no se arregla nada.
-¿Entonces? ¿Por qué la crisis se está cebando en los jóvenes?
-Hay que moverse más, usar la imaginación, ser creativos e inteligentes. Es la única manera de salir.
–¿Alguna petición a la clase política?
–Que se den cuenta de una vez de que los jóvenes somos el futuro. Es como una casa: si haces malos cimientos, y los jóvenes somos los cimientos, el edificio se resiente. Es una reforma muy cara y muy difícil pero vale la pena. Deberían mirarnos y tratarnos con más cariño porque dentro de algunos años seremos nosotros los que sostengamos el país.
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