Murcia

Ley anti pederasta por Idoia Arbillaga

La Razón
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Hace cuatro años escribía aquí acerca de las lagunas que aún posee la ley contra la pederastia. Pero las cosas no cambian y el caso de El Salobre nos lo recuerda. Resulta que si un niño/a mayor de 12 años consiente en tener sexo, el adulto queda absuelto de culpa. Es absurdo que una nación con varias décadas de democracia y con un estado de bienestar, desatienda las necesidades de protección legal del menor. Su formación sexual y sentimental proviene del cine, no tienen clara noción de lo que es el amor ni el sexo. Es más, confunden el deseo sexual ajeno con el amor más puro. No tienen ni idea; mientras que hay adultos enfermos, depravados y muy conscientes, que se aprovechan de esa ingenuidad. Convencen, seducen, encariñan o presionan a los niños. Una niña de 13 años puede estar muy despabilada, creerse consciente, ser incluso la que busca al adulto para tener sexo, porque ello le hace sentirse poderosa o mayor. ¡Pero para eso está el adulto, para frenarla! El niño/a no es consciente de que tal adelantamiento en sus hábitos no le conviene. Los jóvenes están más sexualizados hoy, se desarrollan antes por las influencias de esta sociedad… El sexo lo inunda todo. Las crías se pintan la raya con 12 años, enseñan la braguita por detrás, ellos los slips, juegan con el sexo como si fuera lo normal a tan temprana edad. Ello es una ruleta rusa inocente que tienta peligros muy oscuros. Miran a los profesores de forma libidinosa sin saber que lo hacen, practican unas miradas que los llevan a insinuarse sin saberlo. Hoy todo se vende con sexo: bombones, detergentes, coches. Los influyen. Para eso está la ley, pensé..., pero la inocente soy yo.