Extremadura

«No si al final van a tener la culpa la niña y el policía»

Sorpresa en Arroyo por la nueva desaparición de la menor

La mujer del agente de la Policía Local que liberó Helena, de 14 años, muestra un cartel contra la «injusta» detención de su marido
La mujer del agente de la Policía Local que liberó Helena, de 14 años, muestra un cartel contra la «injusta» detención de su maridolarazon

Mérida- «No, si al final van a tener la culpa la niña y el policía». De esta forma se expresaba ayer, a preguntas de este periódico, un vecino de Arroyo de San Serván una vez que se conocía que los servicios sociales de la Comunidad de Madrid, en colaboración con el Grupo de Policía de Menores, están buscando a la niña madrileña que estuvo retenida y prostituida durante dos meses en esta localidad pacense, para hacerse cargo de su tutela.

Lo sucedido en los últimos días ha creado una gran confusión entre los habitantes de esta población cercana a Mérida en la que tienen claro que Pedro José Torrado, el policía que rescató a la niña hizo lo que tenía que hacer. Una acción que ya le ha costado ser detenido por la Guardia Civil, la pasada Nochebuena, por un presunto delito de revelación de secreto y también darse de baja médica por la situación de estrés que está viviendo que le ha dejado «totalmente hundido», según explica su esposa, Antonia Ugalde.

Lo que sí que ha trascendido es que las relaciones de este agente de la Policía local con el alcalde del municipio, el socialista Juan Moreno, no eran buenas. Aunque eso sí, sólo en lo laboral no en lo personal, matiza el primer edil, quien añade que tiene su apoyo pero que hay que entender que el asunto está bajo secreto de sumario.

Sin embargo, la familia y los amigos más cercanos a Pedro no acaban de entender por qué se le detiene a iniciativa de la Guardia Civil y no de la jueza.

Mientras, algún vecino dejaba ayer preguntas sobre la menor cuando se enteraron de que los servicios sociales no la encontraban. «Vaya con la niña... ¿se habrá fugado otra vez?». Aunque también estaban los que recordaban que uno de los implicados decía que la menor iba por voluntad propia a verlo a su despacho. U otros, que no se explicaban por qué cuando salía a comprar no buscó a un policía y denunció lo que vivía.