Zapatero defiende el acercamiento de presos para acabar con ETA

No obstante, el recuerdo aciago de diciembre de 2006 le hizo ser prudente y evitar determinadas expresiones. Eso sí, utilizó circunloquios como «en esta etapa final, estamos ganando definitivamente la batalla frente a la violencia y frente a ETA». Incluso sacó pecho y defendió el proceso de paz, al que la banda puso punto y final el 30 de diciembre de 2006 con el atentado en el aeropuerto de Barajas. «El proceso de paz, sin duda alguna, ha acelerado las condiciones para que veamos el final de la violencia» desde el «escrupuloso cumplimiento de la legalidad». El Gobierno sabe muy bien cómo están las cosas y la fortaleza para acabar con ETA es cada vez mayor», sentenció. No obstante, para evitar equívocos, dejó claro que la banda sólo tiene un camino: «La entrega de las armas bajo ninguna condición. Que no espere nada a cambio».Batasuna en las institucionesPese a su alocución, eludió hablar de una eventual nueva tregua etarra. Mientras, dejó la puerta abierta a la izquierda abertzale para volver a las instituciones políticas previa condena de la violencia. De cara a las municipales vascas de mayo de 2011, dirigió un aviso a Batasuna: «Aquellos que no se separen de la violencia, no tendrán ninguna representación política institucional. Serán expulsados».El jefe del Ejecutivo defendió el uso y la legalidad de la política penitenciaria. Acto seguido, justificó el acercamiento de presos que realiza el Ejecutivo en los últimos meses para «debilitar y acabar» con la banda. En esta cuestión, recordó que la política penitenciaria ha sido empleada por todos los Gobiernos democráticos, incluido el PP. «El Ejecutivo la usa con el conocimiento de quien tiene que tener conocimiento», avisó. Por eso consideró «inaceptable» que ahora que la política de «acoso» contra ETA está cosechando éxitos «haya quien quiera volver a hacer política con la política antiterrorista». De ahí que advirtiera de que esta politización deteriora el positivo balance logrado hasta la fecha por la «gran eficacia» desarrollada por Alfredo Pérez Rubalcaba. «Lo que pido es que no volvamos a abrir este tema en el debate político», demandó al PP. Momento decisivoZapatero se presentó en su tradicional comparecencia ante la prensa de cierre del curso político como un gobernante «tenaz y valiente» para acometer las reformas estructurales que necesita el país para salir de la crisis económica. En ese sentido, consideró «decisivo» el año que queda hasta el final de primer semestre de 2011 para definir la economía y el estado de bienestar de España de los próximos 20 años. «Es tiempo de reformas y acuerdos. Sólo si somos valientes podremos tener la confianza de que tendremos una economía más fuerte y seremos igual de fuertes que los países más fuertes de Europa». Por eso anunció nuevas reformas, como la que presentará en otoño sobre las políticas activas de empleo. A su juicio, estos cambios constituyen una «asignatura pendiente» para invertir la tendencia española de tasas de paro más altas que la media de la UE en épocas recesivas. Zapatero, que rehusó aclarar si se volverá o no a presentar a las generales, agradeció a todos los grupos el esfuerzo realizado para sacar adelante los planes de ajuste del Gobierno e hizo un guiño al «ADN especial del PSOE», que se ha mantenido unido como «una roca» en esta etapa difícil. Además, se mostró convencido de que conseguirá los respaldos parlamentarios necesarios para sacar adelante los «austeros y restrictivos» Presupuestos del Estado de 2011. Eso sí, evitó contestar a la incógnita de si considera con mayor sentido de Estado a CiU y al PNV, fuerzas que le han apoyado en el Congreso, que al PP. Y frente el aluvión de críticas de las últimas horas, derendió su reforma laboral como bálsamo para evitar los despidos. Para ello, leyó la enmienda introducida por el PSOE que clarifica las causas económicas del despido objetivo. Además de austeridad y reformas, puso el énfasis en la cohesión social. Como botón de muestra de lo dicho, anunció la prórroga hasta final de año de la ayuda de 426 euros a los parados de larga duración.Un año sin asesinatos Hoy se cumple un año del último atentado mortal de ETA, que costó la vida en Mallorca a los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá Lezaun. En esos doce meses, la banda ha sido descabezada hasta en dos ocasiones, la disidencia en las cárceles ha ido en aumento y su entorno político ha dado indicios de que desea un cambio de rumbo. La ausencia de atentados mortales en un año, sin contar el asesinato del policía francés Jean- Serge Nerin en un tiroteo con miembros de ETA el pasado 16 de marzo, coincide con movimientos en la izquierda abertzale y rumores insistentes de una inminente declaración de alto el fuego por parte de la banda.