El Hércules revienta la banca

Los catalanes celebraron ayer su fiesta nacional, la «Diada», que conmemora la derrota ante las tropas borbónicas, que entraron en Barcelona el 11 de septiembre de 1714. El Barça siempre se ha destacado por su espíritu catalanista y no quiso ser menos, uniéndose a la fiesta con una derrota tan inesperada como justa.

Inesperada por el rival que había enfrente, el Hércules, un recién ascendido que, sin embargo, puede presumir de haber vencido en sus tres últimos partidos oficiales contra el Barça. Y justa porque la superioridad alicantina quedó patente desde el pitido inicial y se prolongó hasta el descuento, cuando Valdés evitó que el sonrojo fuera mayor ante un Trezeguet que no parece estar para demasiados alardes.

El planteamiento del Hércules fue excelente. Esteban Vigo no se sentó ni un solo minuto del partido en el banquillo y no paró de dar instrucciones a sus hombres, haciendo pequeños ajustes a una táctica que funcionó a la perfección. Los alicantinos llevaron el partido a lo físico, conscientes de su superioridad ante un Barça mucho más técnico, pero muy corto de kilos y centímetros. Pero lo llevó al terreno físico bien entendido, porque ni se empleó con especial dureza, ni perdió el tiempo. Lo que hizo fue defender posicionalmente de manera impecable y salir muy rápido cada vez que robaba el balón.

En la labor del contragolpe fue vital el papel de Valdez. El paraguayo cuajó un partido perfecto y explotó las debilidades de la defensa azulgrana con saña. Jugando por detrás de Trezeguet, con libertad, Valdez se convirtió en una pesadilla para la zaga del Barça, especialmente para Abidal, otra vez nefasto como central a pesar de que Guardiola continúa empeñado en utilizarlo en esa posición.

Valdez fue el ejecutor del Barça marcando un gol en cada parte. El primero aprovechando un rechace de Valdés en un saque de falta en el que Drenthe tiró de pillería. Y el segundo, culminando un contragolpe en el que afloraron todas las limitaciones de Abidal como central con un excelente disparo.

Pero el buen partido del Hércules no es suficiente argumento para explicar la derrota del Barça, que no perdió una sola vez en toda la pasada Liga. Los azulgrana no se encontraron nunca consigo mismos. La circulación del balón fue mucho más lenta de lo habitual, con pocos toques a la primera y demasiada conducción. No ayudó tampoco la alineación que presentó Guardiola, más propia de un compromiso en un campo inglés que de un choque ante un recién ascendido en casa, con Xavi, Pedro o Busquets en el banquillo, dejando su lugar a futbolistas como Mascherano o Keita.

Los jugadores del Barça dieron muestras de cansancio y de falta de frescura en algunos momentos. Tampoco ayudó nada al juego azulgrana el pésimo estado de la hierba del Camp Nou, que se levantó en exceso y obligó incluso a regar en el descanso. Guardiola arriesgó haciendo debutar a Mascherano, que tardó menos de veinte minutos en ver su primera tarjeta como azulgrana. El centrocampista argentino no estuvo especialmente desacertado, pero se contagió de la lentitud de sus compañeros y no tuvo el debut soñado.

Los azulgrana sólo dieron señales de vida al inicio de la segunda parte, con la entrada de Xavi y Pedro. El de Terrassa imprimió un poco más de velocidad al juego y el canario más profundidad por banda. Entrar por el centro era imposible ante la acumulación de hombres alicantinos, y las entradas por banda de Pedro, en la segunda parte, y de Adriano, en la primera, fueron lo único que oxigenó el juego barcelonista.

El Hércules tiró por tierra muchos, casi todos, los pronósticos y obliga al Barça a una reacción inmediata si quiere reeditar el título liguero. Porque no sólo perdió por primera vez en 16 meses ante su público en Liga, sino que fue incapaz de marcar un solo gol. Sólo es un aviso, pero llega bien pronto. Para Esteban y los suyos, un monumento.


Guardiola admite que faltó «fluidez» en el juego del Barça
Pep Guardiola no buscó excusas a la sorprendente derrota ante el Hércules en el Camp Nou. El técnico azulgrana admitió que al juego de su equipo le faltó «ritmo, intensidad y fluidez» y ensalzó la «solidaridad» del rival. Al entrenador de Santpedor se le cuestionó por el mal estado del césped y por el cansancio de sus jugadores tras la doble jornada de partidos con las selecciones. «Sería poco serio decir que el terreno de juego nos ha perjudicado y hemos tenido parones internacionales estos dos últimos años y no hemos dejado de ganar», explicó.

Su colega en el banquillo alicantino, Esteban Vigo, ex jugador y ex entrenador de las categorías inferiores del Barça, no sacó demasiado pecho por el histórico triunfo, pero se mostró muy satisfecho. «Es una victoria histórica, pero sólo son tres puntos», destacó.

Esteban reconoció que el partido de ayer transcurrió «mejor de lo esperado». «Pensaba que el Barça nos marcaría al menos un gol», añadió. El técnico alicantino destacó que la victoria «quedará en la memoria del Hércules». «Y en mi currículum como entrenador».


Barcelona
Entrenador: J. Guardiola
Cambios: Xavi por Mascherano H (min 46); Pedro por Bojan H (min 46); Alves por Adriano l (min 59).

Hércules
Entrenador: E. Vigo
Cambios: Sendoa por Drenthe H (min 61); Kiko por Valdez H (min 66); Tote por tiago Gomes H (min 73).

ÁRBITRO: Velasco Carballo (Colegio madrileño). Amonestó con tarjeta amarilla a Mascherano, Adriano, Drenthe y Trezeguet.Goles: 0-1 (min 26): Valdez. 0-2 (min 58): Valdez.
Incidencias: 79.363 espectadores en el Camp Nou. Segunda jornada de la Liga BBVA.