Castilla y León
Herrera anima al esfuerzo educativo y pide reforzar la autoridad del profesor
Un modelo educativo donde prime el esfuerzo y el sacrificio, que opte por la calidad y que garantice la cohesión y vertebración en España, con un sistema igualitario para todos. El Partido Popular ha salido de Valladolid con este compromiso de cara a las elecciones autonómicas y municipales del próximo mayo, y que servirán como preámbulo a las generales.
Por eso, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, durante el Foro sobre Educación de los populares celebrado en Valladolid, anunció un Plan de Autoridad para el profesorado, con el objetivo de reforzar el papel de los docentes y con ello lograr un reconocimiento social de su figura para una convivencia escolar eficaz. Además, también anunció el impulso de una red de ciencia y tecnología, donde podrán participar universitarios de la Comunidad. El objetivo, reforzar el sistema educativo en Castilla y León y reducir al 15 por ciento la tasa de abandono escolar actual. «Con una mayor cualificación habrá mayores posibilidades de acceder al mercado laboral», señalaba Herrera, quien animaba a propiciar un Pacto de Educación a nivel estatal «donde Castilla y León participará de manera responsable».
Otra de las medidas anunciadas por Juan Vicente Herrera durante su intervención fue la futura colaboración de la Empresa Familiar con los centros integrados de formación profesional para apostar por la figura del empresario emprendedor y por el autoempleo en Castilla y León.
Durante su intervención, el presidente castellano y leonés destacó el trabajo realizado en Castilla y León y que se ha reforzado con el informe PISA, donde la Comunidad encabeza el ránking nacional en las materias de matemáticas, ciencia y lectura.
Nuevo bachillerato
Por su parte, la secretaria provincial del PP y candidata a la Junta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, presentaba el modelo educativo que implantará el Partido Popular cuando «llegue al poder». Un programa que se asentará en un mayor protagonismo de los padres, que puedan elegir centro para sus hijos; garantizar la calidad del docente y su movilidad; un bachillerato de tres años más flexible pero también más exigente; mayor autonomía de los centros docentes o la elección de los directores de los colegios en base a criterios profesionales.
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