Londres

Magistral Federer

Volvió a ganar, ante Tsonga, el Torneo de Maestros

Foto: Reuters
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Roger Federer ha cerrado 2011 a lo grande. En el año en que se «despeñó» en la clasificación de la ATP hasta el número cuatro del mundo y en el que surgieron críticas por una presunta decadencia, el suizo se ha reencontrado con su tenis en un mes mágico con el que ha clausurado la temporada. La victoria en Londres, para felicidad de los 20.000 aficionados que abarrotaban el O2, ante Jo-Wilfried Tsonga por 6-3, 6-7 (6/8) y 6-3 tiene infinidad de lecturas. Es su sexto triunfo en el Torneo de Maestros, su enésimo récord, con lo que supera los cinco de Ivan Lendl y Pete Sampras. Es su título número 70 después de 100 finales disputadas y casi la mitad de esas derrotas en partidos decisivos (13) fueron ante Nadal. Acaba el ejercicio como número tres del circuito sólo por detrás de Djokovic y Rafa; con cuatro títulos (arrancó el año ganando en Doha, lo ha cerrado con la Copa Masters y antes cayeron Basilea y París-Berçy) más en su palmarés y con una racha de 17 victorias consecutivas que anuncia un Abierto de Australia –a mediados de enero de 2012– fascinante.
Federer ha cerrado a su manera una temporada atípica. Por primera vez desde 2004, no ha conquistado uno de los cuatro «grandes», pero con 30 años su final de año ha resultado espectacular. Ajeno a todo lo que se relacione con problemas físicos –al contrario de lo que les ha sucedido al serbio y al español–, Federer se ha convertido en el último mes en el gran dominador del circuito que ya había sido. En la primera fase se mostró muy superior a Tsonga, Nadal y Fish. En semifinales supo aprovechar el único momento de debilidad de Ferrer y...
... La final de Tsonga fue más que meritoria. Resistió durante dos horas y 18 minutos. Salvó una bola de partido en el segundo set; remontó un 5-2 en el «tie-break» de esa manga y peleó más que ningún otro rival que haya tenido enfrente el suizo durante los últimos días. Pero cuando flaqueó mínimamente con el servicio, Federer no desaprovechó la oportunidad y demostró que su tenis sigue siendo magistral.