Chipre
Y si no hubiera nucleares
Los ocho reactores emplazados en España cubren una quinta parte de la electricidad que consumen los ciudadanos. Uno de cada 250 euros del PIB está ligado a este tipo de energía
Madrid-La crisis en Libia y la dramática situación que se está viviendo en Japón no sólo han reabierto el debate nuclear, sino que traerán como consecuencia una subida de los precios de hidrocarburos no asumible por el país. Ante este desolador panorama, mientras unos elevan las centrales de ciclo combinado a un primer plano frente a la energía atómica, otros siguen apostando por la nuclear, al ver en ella una energía limpia. ¿Es posible un mix eléctrico en España sin los 61.944 gigavatios hora que aportaron los ocho reactores en 2010?
La pregunta es difícil de contestar. Y no sólo porque lo que aporta a la economía la industria nuclear va más allá que las centrales en sí, sino por los intereses particulares de cada «gremio». Vayamos por partes. No es un asunto baladí. Esos millones de kWh cubren una quinta parte de la electricidad que consumimos. Es decir, que «una de cada cinco veces que enciende usted la luz es con nuclear», explicaron desde Foro Nuclear. Y como telón de fondo está el reto de impedir que la temperatura media global suba más de 2 ºC, lo que conlleva limitar la concentración de gases de efecto invernadero a casi 450 partes por millón de CO2 equivalente.
Por carbón limpio
En un escenario en el que el carbón limpio fuera el sustituto de la la nuclear, «no sería posible en la actualidad», reconoció Carlos Abanades, del Instituto Nacional del Carbón, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y autor del informe sobre captura y almacenamiento de CO2 del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
«La urgencia de reducir las emisiones –prosigue– es tan grande que no da tiempo en 20 años a apostar por un mix sin nuclear y reducir a la vez el CO2. Yo al menos no lo considero posible y eso que los del carbón no somos muy amigos de lo nuclear. El riesgo que se nos avecina por el cambio climático si no hacemos nada es peor y es doloroso decirlo estos días, como hoy con lo de Japón». «Aunque soy muy optimista sobre el futuro de las teconolías de captura y almacenamiento de CO2, creo que si nos apresurásemos cerrando nucleares, lo que se provocaría sería un repunte brutal e inaceptable de las emisiones de CO2 a la atmósfera», aseguró.
Ahora bien, en un futuro quizá la situación sea otra. «Las tecnologías de captura y almacenamiento permantente de CO2 aumentan el coste de la electricidad en sólo 2 o 3 céntimos de euro por kWh eléctrico. Este coste puede bajar con la siguiente generación de tecnologías de captura como la de carbonatación que baja los costes en torno a un 30 por ciento y en la que lideramos el desarrollo científico y tecnológico desde España. El carbón tiene un gran futuro a nivel mundial sólo si va de la mano de la captura de CO2. En España tendremos que ver si apostamos en un futuro por carbón de importación o por el nacional», concluyó.
Renovables
En un escenario en el que las nucleares fueran paulatinamente cerrándose, para expertos como Javier García Breva, presidente de la Fundación Renovables y director de Energía de Arnaiz Consultores, la situación sería más fáctible de lo que podamos pensar. Sobre todo, porque España, aunque sea muy dependiente energéticamente, es desde 2007 un país exportador de energía (en 2010, el saldo neto exportador ascendió a 8.490 GWh, según Red Eléctrica).
«Respetando los permisos actuales de explotación de las nucleares, la modificación del mix podría hacerse. No serían necesarias nuevas inversiones, ya que en los últimos diez años se ha invertido mucho en gas y renovables. El mix podría ser más renovables y gas natural. Las tecnologías de carbón limpio son caras y están aún en fase de I+D. Los ciclos combinados actuales no están funcionando al 100 por cien por lo que no habría que hacer más instalaciones. A largo plazo tampoco serviría el gas, ya que no da independencia energética. Lo que desde luego no es concebible es frenar las renovables y provocar un frenazo al liderazgo tecnológico. Con las renovables, el mix sería seguro, y la nuclear tras lo sucedido en Japón denota que no está madura, más limpio, competitivo y con más independencia energética», manifestó Breva. «En cualquier caso, ya que en 2010 la punta de demanda fue 44.000 MW y la potencia instalada 103.000, si se quitan paulatinamente los 7.000 MW de la nuclear el esfuerzo no sería muy grande», concluyó.
Sin embargo, desde la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa) tienen una opinión distinta. «Hay que diferenciar entre potencia instalada y disponible, ya que el margen de reserva es menor que esta resta. La sobrecapacidad de instalación es necesaria para la garantía de suministro. Hay que tener previsto que haya un aumento de demanda o que se estropee alguna fuente de suministro. Es decir, garantizar el suministro en las peores situaciones posibles que pudieran plantearse», afirmaron.
Ciclo combinado
Según fuentes del sector que prefieren no aparecer, si las centrales de ciclo combinado sustituyeran a los ocho reactores nucleares, «se podrían producir unos 220.000 GWh con las centrales de ciclo combinado existentes en la actualidad, teniendo en cuenta las horas que los ciclos combinados funcionaron en 2010 (la mitad de horas, según Sedigás, ya que las abundantes lluvias del pasado año permitieron producir 36.568 GWh, el dato más elevado desde 1997, según REE) y suponiendo –aunque ni la demanda funciona así, ni es posible técnicamente– que funcionaran todas las horas del año ».
Ahora bien, desde otras fuentes, también vinculadas con el sector, estiman –como cálculo orientativo, no técnico– que «si se sustituyen todas las centrales nucleares por ciclos combinado el coste de la energía en el «pool» eléctrico se incrementaría entre un 10 y un 15 por ciento».
En cuanto a cómo afectaría el cierre nuclear al PIB, desde Unesa explicaron que «es difícil dar este dato. Pero que uno de cada 250 euros del PIB generado en España está relacionado con la actividad nuclear, según un estudio publicado en 2005. Además, ese año se crearon 30.180 empleos a tiempo completo y uno de cada 500 contratos a jornada completa existentes en España tuvo como causa directa o indirecta la actividad del sector nuclear».
En definitiva, un debate en el que cada uno tiene una opinión bien distinta de otro. En cualquier caso, un país que despilfarra lo primero que debería hacer es aprender primero a no derrochar energía y pensar que los derechos de emisión de CO2 dejarán de ser gratuitos a partir de 2012, por lo que todo hace pensar que su coste se encarecerá. Y la situación económica es la que es.
Las consecuencias de un cierre masivo en Europa
El 27,8% de la electricidad es nuclear
«Casi el 30 por ciento de la electricidad producida en la Unión Europea es generada por centrales nucleares», según los datos facilitados por el Foro Atómico Europeo (Foratom).
Más países con reactores que sin ellos
«Desde la adhesión de Rumanía y Bulgaria, el número de países de la UE-27 con energía nuclear se ha elevado a 15», según añadieron las mismas fuentes. Por lo tanto, hay más países nucleares que no nucleares. Los Estados miembros, que no operan plantas de energía nuclear (12) son los siguientes: Dinamarca, Grecia, Irlanda, Estonia, Letonia, Italia, Chipre, Luxemburgo, Malta, Austria, Polonia y Portugal. Ahora bien, Polonia e Italia tienen previsto construir su primera central nuclear en 2020, según Foratom.
Balance de CO2
En 2008, las nucleares en Europa evitaron, según Foratom, la emisión de 608 millones de toneladas equivalentes de CO2 al año.
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