Un bombo de juguete elige a los 36 jurados del juicio de Gürtel

Valencia- A las nueve y media de la mañana, y en una sala de vistas en deferencia a los numerosos medios de comunicación congregados, el secretario de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia extrajo, no sin dificultad, la bolita de un bombo de lotería de juguete con el que se decidió el nombre de las 36 personas que integrará la tanda inicial de jurados que, tras los descartes de las partes, de los propios jurados o de su señoría, quedarán en once.
Todos ellos entrarán a todas y cada una de las vistas del juicio que comenzará el próximo día 12 de diciembre contra Francisco Camps y Ricardo Costa, acusados de un delito de cohecho impropio pasivo, pero sólo nueve de los jurados darán el dictamen definitivo sobre la inocencia o culpabilidad de los acusados.

Los otros dos serán suplentes, de modo que si alguno de los «titulares» se pone enfermo, pueda ser sustituido por una persona que haya asistido a las vistas desde su inicio.
El número extraído ha sido el 38. Actualmente existe una lista que se renueva cada dos años en la que se incluyen 2.372 nombres de las personas que integrarán los jurados de los juicios que se celebren en 2011 y 2012. La lista está ordenada por municipios y dentro de ellos, alfabéticamente. Cada jurado se ha de componer de 36 miembros, por lo que se pueden realizar hasta 65 sorteos.

Pues bien, una vez extraído el número -38- este se convierte en el primer seleccionado, y a la cifra se le va sumando 65 una y otra vez hasta conseguir seleccionar a los 36. La bola que ya ha sido extraída no se vuelve a meter para no repetir jurados.

En este caso, ya había ocho bolas fuera del bombo porque la combinación de números que parte de ella, ya han sido seleccionados para otras causas.

Este proceso es realizado automáticamente por un ordenador, por lo que la selección se hace en dos fases, primero la bolita y luego su introducción en el programa informática. Ayer mismo ya se imprimieron las citaciones.

Más inconvenientes que ventajas
La función del jurado es un derecho de todos los españoles en los que no concurra causa que lo impida, y su desempeño es un deber, según la Ley Orgánica 5/1995.

Pero tal derecho no suele ser del agrado de quienes lo ejercen, porque antes trae perjuicios que ventajas.

Cada día que un jurado ejerce como tal cobra 67 euros lo cual daría un montante mensual de unos 1.340 euros.

Pero la Ley del Jurado tiene algunas «lagunas». Por ejemplo, la obligación de formar parte de un jurado si se es requerido para ello, no lleva aparejada la obligación de dar días libres al trabajador para que asista a las sesiones. Y se han dado algunos casos en los que el empresario se ha negado a pagar al trabajador los día que, por asistir al juicio, ha faltado al trabajo. Es probable que por Lo Social este derecho fuera refrendado con una obligación al empresario de retribuir también esos días, pero nadie se ha atrevido hasta ahora denunciarlo.

A los jurados se les paga la comida, si comen donde estipula el Tribunal, y los autobuses si han de venir de fuera de Valencia. Si vienen de muy lejos y la sesión prosigue al día siguiente pueden dormir en un hotel concertado. El pago al hotel es casi inmediato. Los jurados está tardando en cobrar dos años.