Toledo

El PSOE cree haber recortado distancia

Rubalcaba tras finalizar el mitin
Rubalcaba tras finalizar el mitinlarazon

TALAVERA/TOLEDO- Saben, cómo no, que dar la vuelta al marcador es imposible. Pero también que si las encuestas dieran una diferencia de dos/tres puntos entre PP y PSOE, hoy -después del cara a cara televisivo-, Mariano Rajoy tendría un motivo serio de preocupación. Y eso sirvió para que los socialistas amanecieran ayer como si se hubieran metido en vena un chute de moral, que buena falta les hacía. La militancia encontró al fin, y gracias a dos horas de exhibición del Rubalcaba más ácido y corrosivo, un aliciente para seguir la pelea de esta campaña aciaga e infeliz para los socialistas. Pues eso: que el candidato parecía ayer otro; el Comité Electoral estaba pletórico y los militantes, entregados como si de una noche electoral de victoria se tratara. No es para tanto. Y el propio Rubalcaba intentó en un acto en Talavera de la Reina con jóvenes socialistas rebajar la euforia. «Lo importante no es tanto ganar o perder un debate sino transmitir los motivos que tenemos para pedir el voto. Y hoy hay millones de españoles que saben que tenemos razones sólidas para pedirles que confíen en nosotros y que si ganamos las elecciones, saldremos de la crisis sin dejar a nadie en el camino…». Aún así el candidato del PSOE, que hizo doblete ayer en Talavera y en Toledo, animó a los socialistas a expansionarse y celebrar el resultado de la cara, pero también a no perder el objetivo del PSOE en esta campaña, que es luchar contra la indiferencia de la desmotivada izquierda.

El candidato, que tuvo ayer un encuentro informativo en Toledo con la caravana de prensa que sigue su campaña, no pudo ocultar la satisfacción de haber logrado con el cara a cara el objetivo que se había fijado: que los españoles visualizaran que hay dos salidas distintas de salir de la crisis y que él logró explicar la suya. Tuvo dudas, en ocasiones, según confesó, sobre si Rajoy conocía o no su propio su programa, pero luego pensó que había seguido deliberadamente la estrategia de la ambigüedad. Así que ironizó, tanto en su café con la prensa como el mitin que por la tarde celebró en Toledo, junto a José Bono y José María Barreda, con que tendrá que hacer dos campañas ( la suya y la de Rajoy) y explicar dos programas (el suyo y el del PP).

No hay socialista que ayer no sintiera el regusto del «objetivo cumplido». No en vano, el Comité Electoral defiende que el camino de la movilización de los indecisos empezó a andarse ya el lunes por la noche, y que las encuestas realizadas por los medios de comunicación daban como vencedor a Rajoy, pero por un margen mucho menor al que los sondeos preelectorales han situado hasta ahora al líder del PP frente a Rubalcaba en intención de voto. Si los sondeos predicen una ventaja de los populares de hasta 17 puntos, las entrevistas realizadas al término del cara a cara otorgaron una victoria mucho más ajustada. Y, aunque el Comité Electoral es consciente de que unas y otras encuestas no son técnicamente comparables, sí consideran que el recorte de la brecha obedece a indecisos y dudosos a los que Rubalcaba con su «actuación» en la televisión ha convencido de que «es muy necesario votar, y hacerlo por el PSOE frente a un PP ambiguo que oculta sus intenciones». En Ferraz no tienen duda: «Ganó Rubalcaba». No había más que escuchar a Bono en Toledo decirle a Rubalcaba: «Gracias por tu tesón, por tu sinceridad y por ir siempre con la cara descubierta. Gracias, puñetas, por no leer, que ayer fue un ejercicio de lectura, coño».