Sopa de ganso con letras por Rosetta Forner

A algunos se les ha acabado el «descanso profesoril». Los maestros de la pública cobran más y curran menos que los de la concertada. Como en la película «Sopa de Ganso», en el camarote de los funcionarios en España no cabe uno más, sobran a montones. Los demás trabajadores no tenemos sus privilegios. Menos oposiciones y más currar los que están. La sensatez, el sentido común han de regresar a nuestras vidas. Nos guste o no, esfuerzo, meritocracia y competitividad son valores a incorporar. Y, el empeñarse en triunfar, la actitud a tener. Fomentar los derechos renegando de las responsabilidades nos ha convertido en «ranas cocidas», pues esa práctica acaba por estrangular la creatividad y la excelencia. La realidad nos ha golpeado con dureza, obligándonos a reaccionar. Por eso, es mejor que se cierren las oposiciones a las escuelas por falta de pago. Antaño, la gente era muy sufrida, acostumbraba a luchar y a trabajar para conseguir las cosas. Mi abuelo solía decir: «Menos platos, y más comida». Ergo, menos profesores y más calidad. Menos despilfarrar y más aprender a emplear el dinero público. Las letras acosan incluso a las escuelas. Menos gansadas y más austeridad empezando por los políticos que deben dar ejemplo. Entre tanta crisis, siempre hay un cisne, letras sueltas de un verso que marca la diferencia. Siempre nos quedará esperanza: si uno estudia, cuando llega el verano puede dedicarse a descansar. En todo mar de problemas siempre hay una isla llamada oportunidad. Cambio ganso por ganas de trabajar.