Olot

El Monstruo de Olot ocultó a sus jefes su historial psiquiátrico

Omitió en La Caritat y en otro geriátrico donde trabajó que llevaba en tratamiento más de 20 años

Los cuerpos exhumados de otros ancianos muertos en La Caritat demostraron que habían sido víctimas del Monstruo de Olot
Los cuerpos exhumados de otros ancianos muertos en La Caritat demostraron que habían sido víctimas del Monstruo de Olotlarazon

Barcelona- «estamos fatal. Todos le teníamos muy bien considerado y era muy querido por los internos y por sus compañeros». Así de «tocado» se mostró ayer Jaume Caules, director del centro residencial El mirador de l'Estany, un geriátrico de 35 plazas de Banyoles (Gerona) en el que trabajó el Monstruo de Olot, Joan Vila, durante ocho meses en 2005, antes de empezar su espiral de muertes en Olot.

Caules, tras descubrir que la lista del celador se ha ampliado a 11 crímenes en el centro La Caritat, respira tranquilo. Según consta en la declaración del asesino confeso del lunes, mientras estuvo trabajando en Banyoles «nunca» intervino en la muerte de «ninguna persona». Además, según confirma el director, «ni la Policía, ni nadie de los juzgados, se ha presentado en el centro para seguir investigando» por si la lista de muertes pudiera ampliarse.

«Introvertido» y «tímido» son algunos de los adjetivos con los que compañeros de trabajo y vecinos describen al Monstruo de Olot. Quizá esa timidez fue la que le llevó a ocultar en los dos asilos en los que trabajó que llevaba en tratamiento psiquiátrico más de 25 años. Dos doctores le han tratado y a los dos, según consta en su declaración, les ocultó esa doble personalidad que le llevó a cometer los crímenes y a la que se aferra ahora su abogado ante el juez.

El primer psiquiatra con el que se cruzó en Olot fue el doctor Pujiula, que le diagnosticó un trastorno depresivo con rasgos ansioso-obsesivos a los 20 años. Desde su consulta se niegan a hacer ningún comentario. Más tarde pasó por el tratamiento del doctor Torrell, en Gerona, con el que tampoco es posible contactar.

«Todo el pueblo está consternado, Joan se llevaba bien con todo el mundo, nadie puede creer que una cosa así nos pueda pasar», declaró ayer José Luis, propietario del restaurante Can Llorenç, emplazado en el pueblo del celador, Castellfolit de la Roca. Una población con apenas 1.000 habitantes, en menos de 1 kilómetro cuadrado y situada al borde de un acantilado. Un pueblo turístico y tranquilo que se ha cerrado herméticamente sobre este asunto para mostrar su apoyo a Ramón y Encarnación, padres del asesino confeso, unos campesinos de origen humilde. «Todavía no han salido de casa, quieren evitar que la gente les pregunte. Da mucha pena porque son una familia correctísima y querida», añade José Luis, uno de los pocos que se atreven a dar su nombre para hablar de este terrible suceso.
El resto se cierra en banda o prefiere el anonimato, pero todos coinciden en la sorpresa de ver como Vila se ha convertido en el monstruo de Olot.

De los apuntes de sus conocidos se sabe que era un estudiante «difícil», que estudió peluquería y que pasó por múltiples trabajos, como ayudante de cocina en el hotel del casino de Peralada, donde le describen como un chico «callado, tranquilo y trabajador».

A pesar de su historial psiquiátrico y sus continuas crisis, se graduó como auxiliar de enfermería haciendo 150 horas en el psiquiátrico de Salt. Tras conseguir el título empezó a trabajar como celador en 2005 pero no fue hasta el 19 de octubre de 2009 cuando empezó su carrera como asesino en serie. Ayer, el director del centro afectado dudaba de su testimonio por los delirios de grandeza del celador sobre la muerte y no dudó en decir que «puede que haya más».


La lista de las muertes del celador
- Sobredosis de insulina: utilizó este método sobre dos internos de La Caritat: Francisca Matilde Fiol (19/10/09) e Isidra Garcia Freixes, (28/06/10).
- Ingesta de una mezcla de sedantes –Zorpiden y aplazolan, entre otros– diluidos en agua en vaso: Rosa Barburés Pujol (29/08/09), Carme Vilanova (18/09/10), Lluís Salleras (21/09/10), Joan Canal (19/09/10) y Montserrat Canalias (25/09/10).
- Ingesta de lejía y productos de limpieza mediante una jeringuilla: Sabina Masllorens, Montserrat Guillamet y Paquita Gironès, todas entre el 12 y el 17 de octubre pasado.