Europa

Crítica de libros

OPINIÓN: Adiós a todo eso

La Razón
La RazónLa Razón

«A todos aquellos y a todas aquellas que, con nombres y apellidos, hicieron con nosotros de Nuevas Generaciones un espacio de libertad y futuro y que hoy no están para firmar este artículo». Así comienza algo que se escribió hace «muuuuuchos» años, casi 20, firmado por Vicente Burgos, Gerardo Camps, Francisco Camps, Esteban González Pons y José Manuel Uncio, publicado en un periódico. A casi todos ellos tuve el placer de saludar, 20 años después, en una tarde de cariño y añoranzas, en la presentación del libro «Camisa blanca», de Esteban González Pons.
Esa garra de lucha revolucionaria y renovadora, hacia un futuro mejor, hacia una nueva concepción de la figura del «político», es la que reina en la grata lectura del libro. Conozco a Esteban desde hace casi 26 años y, en su figura, en su mente privilegiada, se refleja toda la ambición política que teníamos en aquellas NNGG, y que hoy, deberíamos recuperar. La ambición más sana, desinteresada ante una sociedad que reclamaba, en su momento, un cambio tras la etapa socialista, y que hoy, parece repetirse. Aquellas NNGG luchaban por una política al servicio del ciudadano, generadora de trabajo e ilusiones.
¿Qué es la política hoy? Según Esteban, «ahora nos parece sospechoso todo lo político, pero entonces la política era ejemplar, lozana y fascinante. Revolucionaria». El es y debe ser conciliar la vida del ciudadano, ganarse su confianza de la forma más normal que existe. Trabajando por y para él, para servicio de la sociedad. No se puede meter a todos los políticos en el mismo saco. No. Y no hablo de derechas o de izquierdas, hablo sencillamente de personas. La regeneración de la política debe empezarse desde el trato humano.
El domingo España vuelve a hablar de la mejor forma, desde las urnas. Si queremos unos políticos preocupados por el ciudadano y una sociedad libre y de bienestar, con futuro, deberíamos hacer un pequeño examen de conciencia e ir a votar con la libertad que ganamos con nuestra Constitución.
El «adiós a todo eso» que aquel grupo de amigos escribió creyendo en una sociedad mejor, es el aliciente para mirar al futuro. Un futuro en el España no puede quedarse en la cola, ni de Europa, ni del mundo.