Pekín

Ai Wei Wei se quita la mordaza

No ha podido seguir mordiéndose la lengua. El artista Ai Wei Wei se quitó ayer la mordaza y rompió el «voto de silencio» político que el régimen chino le impuso tras liberarlo el pasado 23 de junio. Lo hizo a través de internet, concretamente en Twitter, donde salió en defensa de varios amigos y conocidos suyos: represaliados como él,encarcelados o torturados en los últimos meses por sus opiniones en contra del Partido Comunista.

El artista, en su casa
El artista, en su casalarazon

«Si no hablas por Wang Lihong y si no hablas por Ran Yunfei, no sólo eres una persona que no se pronuncia a favor de la justicia, sino que tampoco te respetas a ti mismo», explotó a través de la red.

Al parecer, Ai Wei Wei se decidió a «twittear» sobre la ola de represión que está sufriendo su entorno después de hablar con el diseñador gráfico Liu Zhenggang, arrestado durante la campaña de detenciones que el régimen desató contra algunos de sus colaboradores más estrechos. «Hemos hablado de su encarcelamiento por primera vez. He visto cómo este hombre de acero explotaba en lágrimas. Tuvo un ataque de corazón cuando estaba en prisión y por poco se muere», detalla en su cuenta, agregando que «por estar conmigo, (mis colaboradores) han sufrido una inmensa devastación mental y torturas físicas».

Recuperar el habla

Ai Wei Wei, que después de ser detenido pasó 81 días encerrado en una pequeña habitación, había ido poco a poco recuperando la voz y siempre ha respondido a las llamadas de los periodistas, aunque fuese para declinar amablemente la entrevista. Pero sus comentarios esquivaban cualquier referencia política y se limitaba a bromear sobre cuestiones triviales, como su corte de pelo, su peso, o lo que acababa de comer. Hasta ayer. La contención y el silencio le son completamente innaturales al artista chino más conocido en Occidente y era cuestión de tiempo que volviese a tocar argumentos políticos.

Libertad bajo fianza

El Gobierno chino no ha reaccionado todavía a la nueva provocación del más procaz e irreductible de los artistas chinos. Y es difícil determinar cuánto le van a permitir tensar la cuerda. Recordamos que sigue en libertad bajo fianza y tendrá que someterse a un juicio en el que se le acusa principalmente de evasión de impuestos, un cargo que sus familiares y abogados consideran una farsa. En todo caso, el contexto es preocupante: el reducido grupo de activistas y disidentes chinos están sufriendo lo que muchos consideran la peor ola de represión desde la matanza de Tiananmen de 1989.


La habitación vacía
Geo Ge, la hermana mayor de Ai Wei Wei, ha sido la unica en explicar cómo pasó el artista su cautiverio. Según su versión, no fue sometido a torturas, pero se le retuvo en unadiminuta habitación con su única ventana cegada, en la que sólo había una cama y donde la luz permanecía encendida 24 horas. Le acompañaban dos guardianes que se relevaban cada tres horas y que nole dejaban en paz ni siquiera cuando estaba orinando.