El juez abre otra causa contra Bretón por maltratar a su hijo

MADRID- El juzgado de instrucción número cuatro de Córdoba ha abierto diligencias contra José Bretón –padre de Ruth y José, de seis y dos años, desaparecidos el pasado 8 de octubre–, a quien el juez imputa un delito de malos tratos por pegar a su hijo menor meses antes de su desaparición. Según confirmó a LA RAZÓN José María Sánchez de Puerta, abogado de Bretón, el juez José Luis Rodríguez Lainz «ha deducido testimonio de varios testigos y ha levantado una nueva acusación contra el padre de Ruth y José». Sánchez de Puerta considera que ésta es una maniobra más del magistrado contra su cliente: «Saben que los niños no están en la casa, la han registrado a conciencia y ahora lo acusan de maltratar a su hijo. Si mañana una persona tiene un accidente en la puerta del juzgado también va a ser culpa de Bretón». El letrado insiste en la inocencia de su cliente y afirma que «voy a dejarlo correr; ahora me preocupa la búsqueda en la finca».

Varios testigos
Rodríguez Lainz ha abierto estas nuevas diligencias en una pieza separada del caso principal por el que se imputa a Bretón un delito de detención ilegal, por el que permanece en prisión desde el pasado 21 de octubre de 2011. El juez se ha basado en los testimonios de familiares y amigos de la ex pareja que durante la ronda de declaraciones del mes de mayo afirmaron que el padre de los menores había maltratado física y psicológicamente a su hijo de 2 años en alguna ocasión. En este sentido, la abogada de la familia materna, María Reposo, explicó que la actitud de Bretón con sus hijos no era la adecuada. Así, aclaró que varios amigos de la familia había descrito numerosos episodios de violencia con los niños. Uno de ellos, dijo que vio al acusado darle una bofetada a José, de dos años, en un centro comercial. Obdulia, madre de Bretón, también le relató al juez que los episodios de malos tratos eran habituales y que no se los había confesado a Ruth Ortiz para que no sufriera. Además, la mala relación de Bretón con sus hijos habría provocado que Ruth, de seis años, tuviera que ir al psicólogo y que el pequeño, de dos, llegara a decir que quería que «papá se muriera».

A pesar de todas estas evidencias, Sánchez de Puerta insistió en la inocencia de José Bretón, pero matizó que puede ser que su cliente, en alguna ocasión, reprendiera la actitud del niño y que eso supusiera darle «un cachete», lo que en su opinión «no se puede considerar maltrato».
Esta imputación se une a las dos por secuestro con el agravante de parentesco y a uno de simulación de delito, que sumadas supondrían una pena máxima de 20 años de prisión.