Bruselas

Grecia amenaza los planes de la UE

Papandréu someterá el rescate a un referéndum. Avierte de que si no se aprueba, no se aplicará

Cerca del 60% de los griegos consideran negativo o probablemente negativo el acuerdo
Cerca del 60% de los griegos consideran negativo o probablemente negativo el acuerdolarazon

Por si no fueran suficientes las dificultades que tienen los propios parlamentos nacionales para sacar adelante las propuestas que llegan desde Bruselas para combatir la crisis, ahora Grecia ha decidido complicar todavía más el tedioso y diabólico proceso de decisión sometiendo a referéndum el segundo rescate aprobado para el país. El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, propuso ayer que sean los griegos los que decidan sobre la validez de la propuesta de la eurozona, que incluye una condonación del 50% de la deuda del país, y anunció que se someterá a un voto de confianza en el Parlamento, informa Efe.

En un discurso ante sus correligionarios del grupo parlamentario socialista, Papandréu declaró que en estos momentos el pueblo debe decidir con un referéndum «si aprueba o no el acuerdo», y afirmó que, «si no lo acepta, entonces no se aplicará». «En un momento en que el sistema político es objeto de ataques y se le pone en entredicho, es nuestro deber mostrar el papel y el deber del ciudadano sin intermediarios, y eso es el referendo», declaró. El dirigente socialista destacó que en un asunto «que determina el futuro del país, el ciudadano tiene la primera palabra, sin los enfoques que tuercen la realidad por los intereses partidistas». Por eso, pidió al ciudadano griego un ejercicio de «patriotismo» y que no vote «para que otros decidan, sino que decida él mismo».

El primer ministro griego también anunció que someterá la gestión de su Gobierno a un voto de confianza del Parlamento, que superaría si logra el apoyo de 151 de los 300 diputados del Legislativo. El Pasok de Papandréu cuenta con 153 diputados, un respaldo suficiente para superar esa moción y evitar así la convocatoria de elecciones anticipadas que conllevaría perderla.

El primer ministro griego ha solicitado, hasta el momento sin éxito, el apoyo de la oposición tanto para su estrategia de austeridad como para el plan aprobado el pasado miércoles, por el que se perdona a Grecia unos 100.000 millones de euros de deuda a cambio de una dura política de recortes y ahorro.