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La Razón
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A la vista de todo lo que está cayendo, lo de las elecciones del Barça me tiene de lo más entretenido con la caña que se están dando los candidatos.Para un forofo perico como yo, el espectáculo es de lo más gratificante. Resulta cuanto menos pintoresco que Laporta, tras ganar todo lo habido y por haber, haya designado un sucesor cuyas posibilidades se basen en machacar al rival. Es decir, el mundo al revés, aunque lo digo con cierta envidia porque nosotros nos hemos de conformar con lo que diga el amo del club.Esto del fútbol tiene su miga. A un abogado casi desconocido lo hacen presidente y se le suben tanto los humos que pretende dar lecciones de todo y a todos, incluso a simpatizantes culés como al presidente de Extremadura o al mismísimo Revilla aunque le salió el tiro de la culata. Eso sí, como los héroes de las películas tuvo su gran acierto al nombrar a Guardiola. A partir de ahí, sacó pecho y pretendió convertir al Barça en una sucursal de su particular visión de la vida y la política.Por mí como perico sinceramente que sigan igual, que ganen los suyos, el día que los resultados no acompañen –y eso acabará pasando, es la ley del fútbol– el batacazo será morrocotudo. Así que ánimo, continuad igual la gloria. La independencia de la patria y Luz de Gas os esperan.