Rajoy apremia a sus ministros: «Hay que hacer más y mejor»

Madrid- Y también les exigió que apliquen el principio de la austeridad en la elección de sus altos cargos y del personal eventual dependiente de ellos. Menos ministros, para hacer más. O según Rajoy: «Hay que hacer más y mejor». Las primeras decisiones políticas y económicas de alcance llegarán la próxima semana.

El viernes, primer ajuste del gasto
De la hoja de ruta establecida, lo más relevante es que antes del próximo viernes el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, tendrá que haber establecido el porcentaje de recorte del gasto público para los tres primeros meses, plazo que se da el Gobierno para aprobar unos nuevos Presupuestos. Ese total del primer «tijeretazo» se repartirá equilibradamente entre todos los departamentos y cada ministro tendrá que llevar a la próxima reunión del Gabinete, prevista para el día 30, las partidas que quedarán inmediatamente bloqueadas bajo el Acuerdo de no Disponibilidad de Gasto que se aprobará ese mismo día, dentro del Decreto Ley de Medidas Urgentes.

Sin tener todavía la cifra final de déficit del presente ejercicio, había quienes consideraban que había margen para tomarse con más calma este primer recorte del gasto público hasta tener más información. La revalorización de todas las pensiones conforme al IPC podría además haberse aprobado perfectamente a mediados de mes con fecha de 1 de enero, por lo que tampoco ésta era una línea roja que obligase a correr tanto. El viernes que viene el Gobierno también señalará qué otras excepciones hace, además de con las Fuerzas de Seguridad del Estado, a la decisión de dejar a cero en 2012 la tasa de reposición del sector público y qué pasa con el salario de los funcionarios.

Nuevos Presupuestos, antes del 31 de marzo.
Rajoy, que actuará en la sombra como el vicepresidente económico, está empeñado en imprimir desde el primer día un ritmo de infarto a su Gabinete, y para pasar de las promesas a los hechos ayer evacuó en el Consejo de Ministros un informe con las tareas más urgentes, casi todas en clave económica. Montoro tendrá que tener unos nuevos Presupuestos Generales del Estados antes del 31 de marzo y el acuerdo de techo de gasto deberá enviarlo al Consejo de Ministros, para su posterior remisión al Congreso de los Diputados, en cuanto en enero la UE establezca su previsión de crecimiento. El Gobierno hará la suya de acuerdo con ésa, y después cerrará los PGE con la previsión de ingresos y gastos.

Reforma laboral, en tres meses al Congreso.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, tiene el encargo de remitir al Congreso en un plazo de tres meses la reforma laboral, después de que a principios de enero pase a limpio los acuerdos alcanzados con sindicatos y patronal. Báñez ya se ha puesto en contacto con las partes implicadas y el Ejecutivo confía en que haya acuerdos. Si no los hubiere, su intención es seguir adelante sin retrasos con su calendario.

Reforma financiera, en seis meses.
A esto se tiene que dedicar el nuevo ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, conforme al mandato recibido ayer por el Presidente del Gobierno. De Guindos defiende que el sistema financiero «necesita un ajuste adicional» para completar su saneamiento: sobre la mesa tiene sobre la mesa tiene la vía de las fusiones o la del conocido como «banco malo».

Ley de Transparencia y Buen Gobierno, antes del 31 de marzo en el Congreso
Su redacción depende directamente del Ministerio de la Presidencia, es decir, de la vicepresidenta y también portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría. La Ley de Transparencia y Buen Gobierno es uno de los compromisos electorales de Mariano Rajoy y ya en la oposición la tramitaron como proposición de ley.

Reforma de la Ley del Aborto y otras medidas
El ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, tendrá que acelerar la nueva Ley de Mecenazgo; y el de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, la renovación de las vacantes judiciales heredadas de la pasada Legislatura. Sáenz de Santamaría ratificó ayer que el Gobierno mantiene su compromiso de reforma de la actual Ley del Aborto para «preservar el derecho a la vida» y eliminar el apartado que permite que las menores aborten sin consentimiento de sus padres. Además, todos los ministros solicitarán ya la comparecencia en el Congreso para explicar las líneas generales de su programa, y Rajoy mantendrá contactos con todos los partidos, salvo Amaiur, para buscar apoyos al intenso paquete de reformas que impulsará en el primer trimestre del año. En su Gabinete, que dirige Jorge Moragas, trabajan en su agenda internacional, en la que hoy se ha incluido una videoconferencia con las tropas españolas desplazadas al exterior.

El frío vence al protocolo de la escalinata
Las bajas temperaturas hicieron que el posado para la foto del nuevo Gobierno apenas durara un minuto y 20 segundos. Por lo demás, el protocolo se respetó estrictamente: los ministros se colocaron según la antigüedad de creación de su Ministerio, guiados por unos papeles en el suelo con el nombre de cada uno. A la derecha de Rajoy, como carteras principales, se colocaron la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, y Alberto Ruiz Gallardón, ministro de Justicia. A la izquierda del presidente, José Manuel García Margallo, responsable de Exteriores, el más antiguo. A su derecha, el titular de Defensa, Pedro Morenés. En segunda fila, justo detrás de Rajoy, Cristóbal Montoro como ministro de Hacienda. A su izquierda y derecha sucesivamente, Jorge Fernández; de Interior, Ana Pastor; de Fomento, José Ignacio Wert; de Educación y Cultura, Fátima Bález; de Empleo, y Soria; de Industria, Energía y Turismo. Detrás de ellos, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, a su derecha el titular de Economía, Luis de Guindos, con Ana Mato, de Sanidad, a su izquierda.