«Eldorado» de las tierras raras por Ramón TAMAMES

Las llamadas tierras raras son fundamentales para una serie de fabricaciones especiales del más alto interés actualmente, pues son absolutamente indispensables en tecnologías de punta, decisivas en las industrias de defensa, en la electrónica y en la información y la comunicación (las célebres TICs). Sin las cuales no podríamos vivir, especialmente los sumidos en la adicción a los iphones, ipads y demás instrumentos que tanto están cambiando nuestras vidas.
El problema fundamental es que esas tierras raras son realmente escasa en la corteza terrestre, lo cual origina situaciones muy difíciles en los mercados mundiales, por las apetencias desmesuradas frente a ofertas muy restringidas y con precios elevadísimos.
Esas circunstancias se han agravado entre 2011 y 2011 por la contención que ha podido observarse en las exportaciones chinas, puesto que la República Popular es la mayor proveedora de tan preciosos materiales. Que, por cierto, son 17, todos ellos de nombres un tanto misteriosos y poco conocidos: escandio, itrio, lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio, y lutecio.
Para justificar el mencionado recorte de exportaciones, China argumenta que la minería de esos elementos es muy contaminante, por lo que debe controlarse su producción, no permitiendo explotaciones marginales que causarían, fuera de control, toda clase de deterioros en el entorno. Pero Japón y EE UU, que por sus altas tecnologías son muy dependientes de tales materias primas, y han expresado reiteradamente su preocupación por el descenso paulatino de las exportaciones de China; a la que acusan de intentar instrumentar su cuasimonopolio con fines políticos y comerciales.
Por lo demás, la situación del mercado de tan valiosos elementos, ha despertado una especie de «nueva fiebre del oro», con prospecciones en todos los países del mundo; al estilo de lo que los conquistadores españoles en las indias concibieron como «Eldorado».