Bilbao

Desmontando a DKMS

La plana mayor de DKMS compareció ayer en Madrid para negar las «mentiras», dicen, que se han dicho sobre la presencia de esta fundación alemana en España, que ha creado un registro propio de donantes españoles de médula incurriendo en varias ilegalidades, según la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). 

Desmontando a DKMS
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MADRID- El doctor Gerhard Ehninger, fundador de DKMS, aseguró que su organización no llega «con ánimo de lucro», pese a que su organización cobraría al Estado español unos 14.000 euros por donante, pues los beneficios «serían invertidos en los pacientes». Aseguró que el sistema español de trasplantes, en lo que se refiere a las células madre, «no cubre las necesidades de la población», por lo que la pretensión de DKMS es «ayudar». De hecho, se refirieron a la ministra de Sanidad, Ana Mato, a la que, afirman, dirigieron una carta. El Ministerio lo niega.

Stefan Winter, presidente de DKMS, cree que nuestro sistema «pone trabas a los enfermos de leucemia». De hecho, la organización recordó que DKMS organizó un llamamiento masivo para un paciente, el avilesino Hugo Pérez, algo prohibido por las leyes españolas y que desaconseja la ONT. Una experiencia que quieren repetir este domingo con un paciente de Bilbao y que, tras las noticias aparecidas en Prensa, peligra «porque mucha gente se está echando atrás».

A los tribunales
Por todos estos motivos, la fundación presentó una querella contra la ONT, pendiente de tramitarse en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. No en vano, en la rueda de prensa dada por la organización estuvo presente su abogado en España, Jordi Faus, que afirmó que se tomó esta decisión después de recibir una carta de la ONT en «términos muy agresivos». Con todo, DKMS no cierra la puerta a un posible acuerdo con la ONT, como, por ejemplo, que no se cobrara una cantidad al Estado por los donantes españoles de su registro. Pero considera que la ONT pretende crear «leyes antivida» y que está levantando «muros de Berlín» en torno a los trasplantes de médula.

Sanidad ha respondido con la intención de crear, de forma inminente, una normativa que establezca un registro único y público de donantes de médula ósea en nuestro país, lo que supondría un refuerzo legal. Además, y con la ayuda del Principado de Asturias, se busca una fórmula que permita que aquellos 1.204 donantes que se incorporaron en la campaña de Avilés de DKMS España, se den de alta en el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (Redmo). Fuentes de la ONT aseguraron que están recibiendo casos de gente que quiere darse de baja del registro alemán.

La ONT también ha negado que un paciente español de leucemia tenga sólo un 40 por ciento de posibilidades de acceder a un trasplante –tal como aseguró ayer DKMS–, sino que es de un 80 por ciento. Y reiteró que, si bien es verdad que el número de donantes de médula de DKMS es superior al de España –alrededor de tres millones frente a los 91.000 españoles–, se debe a que nuestro país ha hecho una «apuesta» por el trasplante de células de cordón umbilical –un campo en el que somos líderes mundiales, con un 10 por ciento de los donantes–, pues se trata de un métodos más efectivo y también más seguro.

Ante la polémica, ya se están planteando iniciativas parlamentarias, informa Servimedia. La portavoz de Sanidad de CiU, Conchita Tarruella, presentará una iniciativa parlamentaria en el Congreso de los Diputados la próxima semana para reconocer públicamente «la labor bien hecha» de la ONT y de la Fundación Josep Carreras, en la que el Ministerio de Sanidad delega la búsqueda de donantes.

 

Los colegios médicos, con Sanidad
La Organización Médica Colegial (OMC) considera que las actividades de DKMS están dedicadas a la captación «irregular» de donantes de médula ósea y comercialización de este tipo de tejidos, lo que pone en riesgo el modelo de la Organización Nacional de Trasplantes. Por ello, los colegios han pedido a los profesionales médicos y a los pacientes que, «bajo ningún concepto, colaboren en poner en peligro el sistema nacional de trasplantes». «Es inaceptable que esto suceda por razones de interés de una empresa», añadieron.