Barcelona

El lavabo

La Razón
La RazónLa Razón

Cataluña recibía el 29 de diciembre de 2009 el traspaso de los servicios de trenes de Cercanías. Desde entonces, pocas cosas han cambiado en la nueva Renfe catalana.
Tan sólo se han catalanizado los logotipos de la compañía ferroviaria o se han incorporado algunos nuevos trenes. Es decir, se ha intentado lavar la imagen de una empresa de transporte público que en Cataluña rozaba el siniestro total.
También se están haciendo algunas obras de remodelación en estaciones y reforzando la seguridad en los accesos a los trenes. Se quiere acabar con el altísimo porcentaje de fraude ,o sea de viajeros que no pagan billete , y que son una lacra para Renfe y un insulto para quienes cotizan a diario en las taquillas. Otro tema son las grandes obras que se están realizando en la Sagrera. Estación central que aglutinará todo tipo de medios de transporte incluida la alta velocidad.
De vuelta al servicio de Cercanías, y tras cinco meses de obras entre las estaciones barcelonesas de San Andrés Arenal y plaza Cataluña, que han obligado a los usuarios a compartir tren con metro o autobús para poder acceder al corazón de Barcelona desde comarcas como el Bages o el Vallés, sólo resta hablar de un lavabo. Sí. Del servicio de caballeros que Renfe-Cercanías tiene instalado en la estación de San Andrés Arenal. Pestilente, vomitivo, repugnante e indigno de una ciudad como Barcelona.
Entrar en ese retrete es como bajar a los mismísimos infiernos. El olor nauseabundo que desprende y las inundaciones de urea que padece a menudo invitan a salir huyendo del recinto. No entendemos como la nueva Renfe de la Generalitat empeñada en lavar la imagen de sus nuevas competencias ferroviarias ha olvidado algo tan básico como pasar el mocho con lejía a diario en un retrete que usan cientos de personas