Artistas

Aquellas madres y hermanas

Dónde: Teatro Lara. Madrid.Cuándo: de martes a viernes, 19:00 h. Sábados, 20:00h. domingos, 18:00h.Cuánto: 20 euros. Tel. 91 523 90 27. 

Aquellas madres y hermanas
Aquellas madres y hermanaslarazon

Una mujer que hace gimnasia radiofónica, una adolescente que visita por primera vez a un ginecólogo, un ama de casa enamorada de Franco, una folclórica censurada... «El manual de la buena esposa» ofrece hasta doce ejemplos. Pero seguro que todos conocerán más. Fueron nuestras abuelas, madres, tías o hermanas, según la edad del lector. O sea, cualquier española que pasara por la Sección Femenina, el órgano que sentó las directrices para la vida personal y familiar del sexo débil durante el franquismo: esposas entregadas y fieles, buenas madres, cocineras ejemplares... También formó a una generación de jóvenes con salidas, excursiones, cantos y actividades, que unas recuerdan con nostalgia y otras, con desagrado. Hubo luces y sombras.

Reírse de aquello
Todas están reflejadas en este nuevo montaje que ha escrito a doce manos –y en otros tantos «sketches»– un «dream team» de la escena española del momento: Miguel del Arco, Yolanda García Serrano, Verónica Fernández, Anna R. Costa, Juan Carlos Rubio y Alfredo Sanzol. Con un tema tan espinoso, y ya algo lejano, los autores han querido distanciarse de la mejor manera posible: con humor. «Ha llegado el momento en el que nos podemos reír de todo eso: es historia y la mujer ya no vive en esa situación», explica Natalia Hernández, una de las tres protagonistas de esta comedia, junto a Mariola Fuentes y Llum Barrera. «Un trío calavera», bromea esta última, que cuenta que, en su primer trabajo juntas, «hemos encajado muy bien, porque todas entendemos el código de la comedia: no tratar de destacar sobre la otra. Ahora es mi momento, ahora vas tú... Y nos apoyamos». Y asegura Hernández: «Nos hemos reído mucho preparándolo. Ha sido mes y medio de risas». Los doce textos abarcan de 1934 a 1977 y dibujan «una España oscura y terrible», cuenta Mariola Fuentes, de la que, pese a todo, «hay que reírse, no podemos seguir quejándonos». Sin olvidar que las mujeres de entonces, prosigue la actriz, «fueron bastante víctimas: no les dejaban hacer nada». Recuerda que para irse de viaje o abrir una cuenta bancaria una esposa necesitaba de autorización expresa del marido: «Antes era impensable hacer esas cosas. Nos tenían cortadas las alas. Tu única misión era esperar en casa a tu marido con la cena preparada y servir a la patria teniendo hijos. Ahora, afortunadamente, podemos elegir». Y añade Barrera: «Siempre nos llevamos la peor parte de la historia, pero ahora creo que ha cambiado: ya te puedes besar en la calle con tu chico seas mujer, hombre, animal o cosa» ¿Página pasada, pues? No del todo: «Es verdad que seguimos cobrando menos y todo ese tipo de cosas que parecen aún un poco absurdas y que serían tan fáciles de arreglar», añade la actriz.