La ocurrencia presidencial

Zapatero ha estropeado el sábado a un nutrido grupo de empresarios y banqueros que perderán un montón de horas para nada. La mitomanía presidencial por las fotos es muy conocida. Le encantan las escenas de sofá. En este caso, la nueva entrega para su peculiar álbum de fotos coincide con la jornada de reflexión de las elecciones catalanas. Zapatero quería una portada para el domingo, cuando los catalanes voten contra el tripartito, y se ha buscado como figurantes a algunas de las personas más relevantes, aunque con muchas ausencias, de la economía. El escepticismo entre los asistentes es generalizado. No podían negarse a la convocatoria presidencial, pero todos saben que no sirve para nada. La confianza en Zapatero, fuera y dentro de España, está bajo mínimos. Hay una coincidencia generalizada de que lo más conveniente es que se mantenga lo más alejado posible del timón del gobierno. Tras la foto inútil del sábado todos esperamos expectantes conocer cuál será la próxima ocurrencia.