Fuenlabrada

Parla endeudada hasta 2023

«Endeudarse no es de izquierdas». La frase, pronunciada el pasado 27 de agosto por el candidato del PSOE a las próximas elecciones generales, causó una gran polémica. Alfredo Pérez-Rubalcaba hizo removerse a muchos y sonrojarse a otros, incluso a quienes le acompañaban aquel día en Fuenlabrada.

El ex alcalde de la localidad Tomás Gómez y el actual, José María Fraile, en una imagen de archivo
El ex alcalde de la localidad Tomás Gómez y el actual, José María Fraile, en una imagen de archivolarazon

A su lado estaba Tomás Gómez. El secretario general del PSM y ex alcalde de Parla aplaudió el discurso de su compañero pese a que el municipio que gobernó hasta octubre de 2008 apenas respira por las deudas que él y su sucesor, José María Fraile, han acumulado durante años. En el Ayuntamiento, las facturas ya no caben debajo de las alfombras y, aunque el pupilo de Gómez hace todo lo posible por esconderlas, las cifras claman.

Cuando Gómez se marchó de Parla para liderar a los socialistas, dejó una deuda oculta de 240 millones de euros. Una «herencia» que su sucesor, José María Fraile, ya intentó esconder hasta que el TSJM le obligó a «desclasificar» los presupuestos de los últimos años, que contenían el secreto mejor guardado de mentor y pupilo. En esta ocasión quien ha levantado la alfombra ha sido la empresa que recoge la basura del municipio. Gómez adjudicó este servicio en 2006 a Valoriza Servicios Medioambientales S.A. por 18.420.550 euros; sin embargo, a pesar de que por entonces la crisis no existía, el líder del PSM empezó a guardar impagos en un cajón, ya que muchos de los pagos mensuales ni siquiera eran presupuestados desde 2007.

A dos meses de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 22 de mayo, la empresa estalló y pidió al Ayuntamiento un reconocimiento en Junta de Gobierno del total de la deuda y un calendario de pagos. Con las urnas en mente, Fraile firmó un acuerdo por el que se comprometió a pagar 58.342.011 antes de que finalizara 2018. Sin embargo, tras ganar de nuevo las elecciones (aunque perdieron nueve asientos en el Pleno), los impagos volvieron, con lo que el pasado 11 de agosto la empresa acordó dejar el servicio y firmó la resolución del contrato municipal con fecha límite el 4 de septiembre.

¿El resultado? Parla tendrá que pagar 79.833.997 euros, más unos intereses millonarios por impago; una deuda que hipotecará al municipio hasta 2023, tal y como fijó Fraile en el acuerdo con Valoriza. Además, a partir de hoy la empresa dejará de trabajar en Parla y el sucesor de Tomás Gómez tendrá que encontrar a otra que recoja el testigo. Según pudo saber este periódico, a última hora de la noche de ayer, el Ayuntamiento seguía gestionando el problema.