Medidas económicas

Medidas de calado

La Razón
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Al Gobierno parece que siguen sin salirle las cuentas. Una semana después de que el presidente del Gobierno anunciase en el Congreso el plan de austeridad que busca un ahorro adicional de 15.000 millones de euros en los próximos dos años, se prevén nuevas medidas para reforzar este plan de austeridad. Como anunció el lunes LA RAZÓN, el Ejecutivo no descarta la eliminación de algunas de las prestaciones al desempleo. Por ejemplo, tras agotar su paro, los desempleados no podrán cobrar la ayuda adicional de los 420 euros. También se prevé elevar los impuestos de los que más ganan y, sin duda, el asunto más espinoso: modificar las reformas en el sistema público de pensiones que está preparando el Ejecutivo, una vez que la Comisión del Pacto de Toledo eleve al Congreso sus conclusiones. Zapatero, por fin, también anunció ayer que se remangará para acometer una reforma laboral –en la que se abaratará el despido– con los agentes sociales que pase por cambios estructurales para que el crecimiento sea más sólido. Como se ha venido insistiendo, a Zapatero le ha costado demasiado tiempo y no pocos quebraderos ideológicos concretar estas medidas, puesto que durante meses manifestó que no se recortarían las prestaciones sociales, como al final se va a hacer. Sin embargo, parece que esto era inevitable y que, incluso, al menos a ojos del ex presidente del Gobierno José María Aznar estas medidas son poco ambiciosas para el propósito que se quiere lograr. En un artículo publicado en el diario económico «Financial Times», José María Aznar –que tiene probada experiencia de cómo salir de severas crisis económicas– propone una serie de alternativas. En términos laborales, es favorable a la reforma de los convenios colectivos para que se produzca una desregularización de las contrataciones, una bajada de impuestos a los trabajadores, además de cambios profundos en el sistema de pensiones que garanticen su supervivencia sin importar los contingentes puntuales. También aboga por cambios en política energética. Mientras el Gobierno y el PSOE minimizan el rendimiento de las centrales nucleares, Aznar opina todo lo contrario y pide que se deje de subvencionar fuentes de energía renovables que han demostrado ser poco eficientes. Uno de los aspectos más interesantes de la propuesta de Aznar, y que ya ha sido criticado en repetidas ocasiones, es que tenemos, entre el Estado y las Autonomías, una administración que engulle buena parte del presupuesto. En ese sentido, propone una reducción del tamaño de las administraciones. Bien es cierto que estas medidas son difíciles de asumir por el actual Ejecutivo, pero no se puede dejar de pensar si no serán más acertadas que las que se están planteando desde Moncloa. Cuanto menos por el bien de todos, deberían ser tomadas en consideración porque es tiempo de soluciones que sean eficaces y no sólo cosméticas. Aunque, como, bien subraya el presidente de FAES, si el Gobierno es incapaz de afrontar esta crisis a través de medidas de gran calado y que tengan un largo recorrido, lo más sensato es que deje paso a otra fuerza política para acometa estas reformas. Por el bien económico y social del país.