Policía
Robo de coches «a la carta»
Ha sido una operación conjunta de la Policía Nacional y la Policía Local de Madrid que ha logrado esclarecer, hasta ahora, 215 robos de coches y furgonetas. Han detenido a doce personas –no se descartan más arrestos– que se dedicaban a robar, desguazar y quemar coches en descampados de la Cañada Real para hacer negocio con las piezas robadas.
Según informó ayer la Jefatura Superior de Madrid, inmediatamente después de sustraer el vehículo en cuestión, lo trasladaban a una parcela de la Cañada. Allí tenían montado una especie de taller –con todo tipo de herramientas, transportines y grúas pluma– en el que desguazaban los vehículos pieza por pieza. Muchas ya las tenían «colocadas» de antemano; el resto, las revendían en un par de días. Según la Policía, los doce detenidos –alguno fue arrestado precisamente «trabajando» en el taller de la Cañada– actuaban «a la carta» y, en tan sólo una hora, eran capaces de obtener los elementos solicitados y calcinar los restos de los coches en las inmediaciones.
La investigación comenzó a finales del pasado año tras la aparición de un número importante de vehículos totalmente calcinados en una zona concreta de la Cañada Real (un día aparecieron hasta 15). Los investigadores concluyeron que, tras ser desmontados, eran arrastrados o empujados desde una pendiente. Todos los vehículos aparecían calcinados, sin el motor y sin las piezas mecánicas más importantes.
La banda estaba perfectamente organizada. Las mujeres vigilaban, especialmente cuando introducían los vehículos sustraídos en las parcelas y los varones se encargaban del resto de tareas: el robo, traslado, desguace, calcinamiento y el tráfico de las piezas.
Para el robo de los automóviles, los arrestados utilizaban centralitas liberadas. Tras retirar las centralitas que vienen ensambladas y codificadas de fábrica, instalaban la manipulada para su puesta en marcha. Posteriormente, el vehículo era trasladado hasta la parcela de la vía pecuaria auxiliado por un vehículo «lanzadera» que circulaba por delante para avisar y dar cobertura al sustraído ante cualquier presencia policial.
Una vez desguazados, los vehículos eran arrastrados o remolcados hasta una pendiente que se encontraba en las inmediaciones desde donde los arrojaban y prendían fuego para borrar cualquier tipo de rastro o huella. Además, los agentes han constatado que trabajaban «a la carta», es decir, previo encargo y que el destino final de las piezas, como suele ser habitual, eran chatarrerías o países del Magreb. La operación ha sido llevada a cabo por el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de Villa de Vallecas y la Unidad Central de Investigación de la Policía Municipal de Madrid. La operación continúa abierta.
✕
Accede a tu cuenta para comentar