Barcelona
El Corredor Mediterráneo costará 51300 millones y funcionará en 2020
Hasta no hace mucho, imaginar un escenario en que los intereses de Murcia, Andalucía, la Comunitat Valenciana, Cataluña y el Gobierno fueran de la mano resultaba poco menos que improbable. Más aún, cuando las formaciones políticas al frente de cada Administración tienen colores tan diferentes.
Hacían falta intereses comunes, y esos intereses, fundamentalmente económicos, han tomado forma y nombre: el Corredor Mediterráneo. Y ya se sabe, lo que la economía ha unido, que no lo separe el hombre. Ayer, el ministro de Fomento, José Blanco, presentó en Barcelona el estudio técnico de la obra con un presupuesto, 51.300 millones, y un horizonte: 2020. Aun así, el ministro no detalló de dónde saldrá el dinero para sufragar la faraónica obra.
Blanco alabó las bondades económicas de la obra e hizo especial hincapié en que se trata del «plan en infraestructuras más ambicioso de la historia de España». «El corredor -añadió- es la máxima expresión de una nueva manera de organizar el Estado. De desarrollar un modelo radial en comparación con 500 años de hipercentralización».
Este corredor ferroviario discurre a lo largo de 1.300 kilómetros por once provincias, aglutina casi a la mitad de la población española y el 40 por ciento del PIB nacional, y conectará la frontera de Francia con Algeciras (Cádiz) tanto en transporte de mercancías como de pasajeros. Hasta ahora el Ministerio de Fomento ha ejecutado inversiones por 8.400 millones en el Corredor Mediterráneo y hasta el año 2020 se harán actuaciones por valor de 25.400 millones. Más a largo plazo hay inversiones planificadas por 3.600 millones y la inversión prevista para conectar Almería y Algeciras por la costa es de 13.900 millones. Con el Corredor Mediterráneo plenamente operativo se pasará de los actuales 2,9 millones de pasajeros a 7,7 millones. De este modo, el tiempo de viaje entre Barcelona y Valencia, por ejemplo, se reducirá en más de una hora.
El conseller de Infraestructuras, Mario Flores, que acudió en representación de la Generalitat puesto que el presidente Camps se está recuperando de un principio de hernia discal, destacó la importancia de esta infraestructura, y exigió al ministro Blanco que concrete qué actuaciones se van a licitar antes de que se acabe la legislatura.
En la misma línea se pronunció el presidente de la Generalitat, Artur Mas, reconoció que le gustaba «la música», aunque se preguntó por cómo el Gobierno pagará la obra porque «nos jugamos nuestra capacidad de exportar».
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