Recorte de cargos: de 25 a 7 delegados provinciales

BARBATE- Pese a que ayer era martes y trece, Javier Arenas se embarcó en el «Barbate Quintino», un arrastrero de la localidad gaditana al que esperan los boquerones, las anchoas y las sardinas mientras se resuelve la renovación del acuerdo pesquero de la Unión Europea con Marruecos. El candidato popular aseguró a los pescadores –algunos, del sector artesanal, le gritaron desde el muelle «el cambio, el cambio»– que el ministro Miguel Arias «trabaja día y noche» para un nuevo pacto con el país magrebí. Asimismo, garantizó que si alcanza la Presidencia de la Junta impulsará, junto al Ministerio, el sector almadrabero «porque una tradición de tres milenios no se puede dejar caer». Y todo ello dentro de un ambicioso plan singularizado para un municipio, el barbateño, asolado por una tasa de paro del cuarenta y siete por ciento. En este sentido, Arenas no desaprovechó la oportunidad para criticar la actitud del Gobierno andaluz, que en estos últimos años ha paralizado varios proyectos turísticos y deportivos –«curiosamente en unos municipios se aprueban y en otros se frenan»– que ahora serían generadores de Empleo. Frente a ello, comprometió la ordenación territorial definitiva del litoral Barbate-Zahara de los Atunes.

El presidente del PP-A, que también se dejó ver por Rota, Chipiona y el Puerto de Santa María, remarcó que si los ciudadanos le otorgan la confianza el 25-M, formará «el Gobierno más reducido de la historia democrática andaluza». Aunque la idea no es nueva, sí avanzó un paso más en su concreción, sobre todo cuando fijó en un máximo de siete los delegados autonómicos en las provincias en contraposición a los 25 actuales –sumando los delegados de las trece consejerías, todas menos Presidencia, y los representantes provinciales de las empresas públicas, entes autónomos y fundaciones–.

La Administración andaluza diseñada por Arenas contaría con el delegado del Gobierno de la Junta; un delegado de Economía, Hacienda, Comercio y Turismo; un delegado de Educación, Cultura y Deportes; un cuarto al frente de Obras Publicas, Ordenación del Territorio y Medioambiente; un responsable de Sanidad y Bienestar Social; otro de Oportunidades y Empleo; y un séptimo de Agricultura, Ganadería y Pesca.

Un organigrama que no se corresponde con un trasunto exacto del número de consejerías, las cuales situó en un «máximo de diez u once». «Una administración ha de evaluarse por su eficiencia y profesionalidad, no por su tamaño», argumentó. También recordó su conocida promesa de reducir un cincuenta por ciento el numero de altos cargos y personal de confianza y que los puestos de director general y secretario general técnico sean desempeñados por funcionarios de carrera, un compromiso adquirido con los representantes sindicales de los empleados públicos.
Este anuncio de agilización de la administración territorial, realizado en la provincia de Cádiz, cobra un doble valor porque es el lugar por donde se presenta el actual consejero de Gobernación socialista, Francisco Menacho. Y es que una intención parecida expresó solemnemente el presidente en funciones y ahora candidato José Antonio Griñán en su discurso de investidura hace ya tres años, sin que nunca se haya llevado a cabo por las críticas que el proyecto recibió desde dentro del propio Partido Socialista.

LA FURGONETA DE CAMPAÑA
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