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Ford asigna a Valencia la producción de la fábrica que cerrará en Bélgica

Almussafes heredará la fabricación del Mondeo, S-Max y Galaxy

La Razón
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MADRID- Buena noticia para la economía española, que asegura para el futuro la continuidad y el incremento de trabajo para la factoría Ford de Almussafes, en Valencia. La multinacional del automóvil ha decidido el cierre de su planta de Genk, al este de Bélgica, y trasladará la producción de estas instalaciones a la planta española.

La compañía automovilística hizo público ayer un comunicado oficial en el que anuncia el inicio de un periodo de consultas y negociaciones que deben desembocar en el cierre definitivo de la fábrica que esta marca tiene en Genk y en la que actualmente trabajan 4.300 empleados. Esta decisión está provocada por la crisis en las ventas de vehículos que se está sufriendo desde hace algún tiempo en los principales países europeos y que ha hecho replantearse a varias marcas la continuidad de las instalaciones. Afortunadamente, la planta de Valencia se encuentra entre las más productivas de la organización Ford en Europa, tras lograrse un acuerdo a largo plazo con los sindicatos y abordar un ambicioso plan de inversiones. Las cantidades aportadas por Ford en Almussafes en un programa a más de cinco años son las mayores realizadas en España últimamente.

Según los planes de Ford, la fábrica belga continuará produciendo vehículos hasta finales del año 2014. A partir de entonces, se procederá al cierre definitivo de las instalaciones y los modelos fabricados allí, que son el Mondeo, el S-Max y el Galaxy, pasarían a montarse en Valencia.

Como se ha apuntado anteriormente, el desplome de las ventas de automóviles de turismo que se ha producido en Europa de una manera más o menos generalizada desde hace unos cinco años ha provocado una sobrecapacidad de producción que las marcas automovilísticas tratan de ajustar con diferentes fórmulas. La caída de la demanda, que se estima de un 20% en el conjunto de los mercados europeos, ha situado las ventas de automóviles en el nivel más bajo en los últimos veinte años. Esta crisis es especialmente grave en mercados como el español, con niveles por debajo de la mitad de los registrados en 2007.

Según el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, la decisión de Ford hace cada día más necesaria la puesta en marcha del llamado «corredor del Mediterráneo» para facilitar la exportación de productos españoles hacia los mercados europeos.