Espionaje
La Justicia británica autoriza la extradición de Assange
LONDRES- Julian Assange acudió ayer a los juzgados enfundado en un impecable traje azul. Se puso en la solapa la famosa amapola que los británicos llevan en noviembre en recuerdo de los soldados caídos en las dos guerras mundiales. Pero el guiño al país que le acoge desde diciembre de 2010 – cuando fue detenido por las acusaciones que pesan sobre él en Suecia– no dio especial resultado. El Tribunal Superior de Londres anunció ayer que autoriza la entrega a Estocolmo del fundador de WikiLeaks.
El «ex hacker» había presentado una apelación contra la decisión tomada en febrero por una corte inferior, pero dos magistrados del Tribunal Superior rechazaron sus peticiones y volvieron a aprobar su extradición. La Fiscalía sueca acusa al enigmático australiano de tres delitos de agresión sexual y uno de violación tras la denuncia de dos mujeres, que aseguraron haber mantenido relaciones no consentidas con el periodista en agosto de 2010.
Assange rechaza las alegaciones y asegura que el proceso tiene motivaciones políticas. En 2010, el fundador del polémico portal se convirtió en la figura del año tras poner en jaque a gobiernos de todo el mundo con la divulgación de miles de cables diplomáticos confidenciales de Washington y otros documentos secretos. Desde entonces, para unos es un abanderado del periodismo de investigación y para otros, un megalómano sin escrúpulos.
El fallo de ayer no supone la extradición inmediata. Ahora tiene un plazo de catorce días para recurrir ante la Corte Suprema, máxima instancia judicial británica, aunque para ello necesitará primero la aprobación del Tribunal Superior. Sus abogados aclararon ayer que recurrirán.
En una breve declaración, el australiano denunció que la euro-orden cursada por las autoridades suecas es «tan restrictiva» que no estudia las pruebas de su caso, por lo que hace que su extradición sea prácticamente automática.
Su gesto volvió a ser impasible, pese a que es público que no atraviesa su mejor momento. A su situación personal se suma el cese temporal de las operaciones de WikiLeaks, que el mismo Assange anunció la semana pasada por falta de fondos y por el bloqueo sistemático del sistema de pagos por i nternet.
Por su parte, sus abogados alegaron que la entrega de su cliente sería «injusta» y recalcaron que el proceso está siendo alentado por Washington.
El alivio de las víctimas
Las dos mujeres que denunciaron por delitos sexuales al fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, se mostraron ayer «aliviadas» por la decisión del Tribunal Superior de Londres de dar luz verde a su extradición a Suecia. «Sienten alivio. Vivir en esta incertidumbre les ha provocado tensión, pero han podido volver a hacer una vida normal», afirmó en Estocolmo su abogado, Claes Borgström. En la imagen, las denunciantes, Sofia Wilen y Anna Ardin (de izqda. a dcha.).
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