Valencia

«No ligo nada como director de orquesta»

Rubén GimenoProfesión: director de orquestaNació: en 1972 en Valencia. Por qué está aquí: ahora dirige «La del Soto del Parral» en el teatro de la Zarzuela y es el director de la Orquesta del Vallés (Sabadell).

 
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–Dirige en el teatro de la Zarzuela «La del Soto del Parral». ¿En la otra Zarzuela, qué zarzuela dirigiría?
–Por los tiempos que corren, creo que «La revoltosa».

–Dice que los españoles hemos maltratado nuestra música. Será que somos dados al maltrato en general...
–Mejoramos, aunque aún tiramos papeles al suelo y gritamos mucho. Amamos el ruido. Somos de mucho ruido y pocas nueces.

–Hizo un concierto con Pasión Vega y dijo que ella era tan válida como Tchaikovski, que debemos huir de los dogmas...
–El primero a eliminar: que hay que ser un entendido para apreciar la música. Al concierto le sobra solemnidad. La música clásica inspira demasiado respeto: se ha conseguido que la gente le tenga temor.

–Una orquesta no es una democracia, dice.
–Tiene más de dictadura que de democracia. Al final, decide el director.

–Tienen fama los directores de ser gente de mal genio...
–El mal genio de los directores de orquesta es cosa del pasado, como el vedetismo. No se lleva ni lo uno ni lo otro.

–¿Zapatero es un buen director de orquesta o le falta firmeza?
–Le falta firmeza y claridad. Yo les pido claridad a los políticos.

–Le gusta una frase de Ricardo Muti: «El podio no es poder, es soledad».
–El podio no te hace poderoso, te aísla de la orquesta. Trato de acercarme.

–Pero el poder siempre es soledad...
–Cierto. Soledad en medio de un coro de aduladores que impiden ver la realidad.

–¿En casa dirige su mujer?
–Sí, aunque ella diga que no. Fuera de mi trabajo soy dócil, más gregario que líder.

–Ha dirigido las sinfónicas de Galicia, Euskadi, Castilla y León, Málaga, Valencia...¿El derroche de las autonomías es fuga, marcha, divertimento o capricho?
–Fuga y capricho.

–Dejó el violín para dirigir. Con lo que debía ligar con el violín...
–La verdad es que no he ligado nada gracias al violín. Siempre he sido muy tímido. Tampoco ligo nada como director de orquesta.

–Dice que en el podio se siente desnudo. ¡Qué ocasión para «Interviú»!
–Ja, ja, ja. No creo que interese mi desnudo ni que paguen nada por él.

–Es uno de los grandes directores jóvenes. Dígame algo de su generación...
–Quizá nos han dado y permitido demasiadas cosas.

–Cuando no hay no-no, surgen los ni-ni...