OPINIÓN: Vinagre jondo

Cien años contemplan a este templo del buen comer y de mejor ambiente, aunque nadie lo diría viendo sus remozados espacios de tonos sobrios y modernos. La antigüedad se transmite en algunas fotos en las paredes de viejos mineros, de antiguos cantaores o la del fundador del local en 1910, con sus luengos bigotes, el bisabuelo de Fernando, el actual propietario, que disfruta con sus amigos y clientes y, sobre todo, con el espléndido programa cultural organizado, una vez a la semana, durante todo este año, para conmemorar su primer centenario.
Estamos en «El Vinagrero», en La Unión, donde su famoso festival flamenco, a punto de arrancar, cumple también este año, ¡qué casualidad! 50 años de buen cante. Las paredes de «El Vinagrero», a través de decenas de imágenes, dejan constancia de ese certamen en el que han ganado, o por el que han pasado, los artistas más célebres de lo jondo, antiguos y actuales, desde Fosforito a Poveda, de Canalejas de Puerto Real a Mercé, de Pilar López a Antonio Canales.
El programa del centenario incluye recitales de poetas, escritores, proyecciones, debates, teatro, todos los jueves de todo el año 2010, siempre con un público interesado que llena el principal comedor de la casa. «Esto no lo hago como negocio, estos ciclos no son rentables desde el punto de vista del restaurante, lo hago por placer, porque disfruto, porque aprendo», dice Fernando, que ha heredado la responsabilidad de dar continuidad a este popular bar y restaurante tras heredarlo de su padre, Antonio, que lo gestionó durante las últimas décadas, y fallecido hace unos pocos años.
«El Vinagrero» ha tenido altibajos durante este tiempo, incluso hubo alguna época en la que sólo conservó la barra, aunque durante el festival flamenco siempre estuvo dispuesto para atender en el comedor a artistas, jurados e invitados del certamen. Pero, con mejores y peores épocas, siempre mantuvo un tono que lo hizo ser una referencia en la Región. Pero siempre fue lugar de encuentro, un espacio amable por el que han pasado Eleuterio, don Antonio Piñana, Pencho Cros, Asensio Sáez y todo tipo de gente del mundo del arte, la literatura, el cante o la política.
Esta es muy buena época para «El Vinagrero», cumple cien años con excelente salud. En la cocina reina Inma, la mujer de Fernando. Buena bodega, gran variedad de aceites, excelentes ensaladas y verduras, carnes y pescados y, en general, un tono creativo pero sin estridencias, una cocina sólida pero no pesada, aligerada por los tiempos modernos y la imaginación justa para adornar la carta sin perder el sabor y la tradición, verbigracia: el pastel de zarangollo.
Ahora en las paredes cuelgan también los vídeos y las obras de arte ligadas al centenario, desde el audiovisual hecho ad oc para él por Manuel Muñoz Zielinski al cartel compuesto por el gran artista cartagenero Gonzalo Sucre cuya obra se muestra ahora en el local. Todo un placer en el que se mezclan la buena comida, el trato amable, la tertulia y el buen ambiente, potenciado por los excepcionales gin tonic preparados en esta casa a través de todo un ritual lleno de arte y oficio.