Agencia Espacial Europea
Descubren estrellas frías con temperaturas similares a las del cuerpo humano
Científicos de la NASA han descubierto las estrellas frías, conocidas como enanas Y, cuyo cuerpo registra temperaturas similares a la del ser humano.
Los astrónomos llevaban una década intentando cazar este tipo de estrellas que, cuando se ve con un telescopio de luz visible, son "casi imposibles de ver", según ha explicado la agencia espacial.
Así, la NASA ha explicado que ha sido la visión infrarroja del telescopio WISE la que ha permitido una mejor observación de estas enanas de débil resplandor. "WISE escanea todo el cielo para éstos y otros objetos, y fue capaz de detectar la luz débil con su visión infrarroja de alta sensibilidad que permite que estas estrellas sean 5.000 veces más brillante", ha señalado el directo de la División de Astrofísica de la NASA, Jon Morse.
Las enanas Y son miembros de la familia de la enana marrón, conocidas también como 'las estrellas fallidas' porque tienen una masa muy baja de fusión de átomos en sus núcleos, por lo que no se queman con los incendios que mantienen vivas a las estrellas, como el Sol, que brilla de manera constante durante miles de millones de años. Así, estos objetos son fríos y se desvanecen con el tiempo, hasta que lo poco de luz que emiten es en longitudes de onda infrarrojas.
Los astrónomos estudian las enanas marrones para comprender mejor cómo se forman las estrellas y comprender las atmósferas de planetas fuera de nuestro sistema solar, ya que las atmósferas de las enanas marrones son similares a las de los planetas gigantes de gas, como Júpiter, pero son más fáciles de observar debido a que son los únicos objetos del espacio que están lejos de la cegadora luz de una estrella madre.
Hasta ahora, los datos revelados por WISE determinan que hay 100 nuevas enanas marrones, de las que seis se han reconocido como enanas Y o estrellas frías. Concretamente, el estudio, que se publica en el 'Astrophysical Journal', señala que las Y están en "el barrio"del Sol, entre 9 y 40 años luz de distancia de éste.
"Encontrar las enanas marrones cerca del Sol es como descubrir que hay una casa escondida en tu vecindario de la que no sabías nada", ha comparado Morse, quien ha apuntado que es "emocionante saber que existen vecinos por ahí que todavía no se han descubierto".
Ahora, se espera que los científicos sigan examinando los datos recogidos por el telescopio desde enero de 2010 hasta febrero de 2011, tiempo en el que ha digitalizado el cielo alrededor de 1,5 veces, según ha apuntado la NASA.
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