Perú
La Yupana el acertijo resuelto de la calculadora inca
Para resolver el misterio alrededor del sistema de cálculo inca o yupana, el peruano Andrés Chirinos sólo necesitó un dibujo del cronista Huamán Poma de Ayala y la mítica capacidad de los antiguos peruanos para el cómputo.
"Quipus del Tahuantinsuyo"es el título de la obra, presentada el martes y en la que Chirinos analiza lo que él mismo califica como "calculadora"inca, un modo de sumar, restar, multiplicar y dividir con pequeñas piedras.
Con este trabajo el investigador espera dar un paso más en el proceso para descifrar los quipus, tejidos con nudos que servían como "libros de contabilidad"pero también posiblemente para registrar textos.
"Era un acertijo", declaró a Efe éste antropólogo peruano al recordar el proceso que le llevó, en base al dibujo de Poma de Ayala e ideas de la cultura indígena como "la simetría o los paralelismos", a elaborar su novedosa teoría.
"Encontré algunos valores que funcionaban, y me entusiasmó, pero no llegué a imaginarme lo que podía ser", agregó.
Y es que aunque el sistema que ideó fue fruto de muchas horas frente a la tabla de madera de once agujeros que fabricó copiando el dibujo del cronista, el desarrollo y perfeccionamiento de su teoría se logró gracias a la aplicación práctica de la misma.
Chirinos tuvo la idea de aplicar la yupana al proyecto de educación bilingüe en la selva peruana que dirige como parte de los trabajos que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) tiene en Perú.
"No era tan difícil llegar a mi teoría, no me demoré tanto, unas semanas, y luego ha sido la gran oportunidad de estar en un proyecto con niños, con maestros, lo que nos ha dado la posibilidad de practicarlo", explicó el investigador peruano.
Dos años y medio después de introducir la yupana en el programa, más de 600 docentes enseñan este método de cálculo en 200 escuelas de la región selvática de Loreto, donde unos 14.000 niños y niñas se han beneficiado de la idea de Chirinos.
"Solo cuando empiezas a enseñarla con los niños, comenzamos a ver las formas de acelerar los cálculos que nos llevan a donde estamos ahora, que podemos hacerlo tan rápido como si fuera con lápiz y papel", resumió el investigador.
Además de mejorar su capacidad de cálculo, el propio Chirinos explicó que ahora puede realizar mentalmente divisiones para las que antes necesitaba lápiz y papel, y que el proyecto permite desarrollar la autoestima de niños y maestros, ya que es un sistema que ven como parte de su cultura y no traído e impuesto por los europeos.
Sin embargo, Chirinos espera que su teoría no se quede sólo donde está ahora, sino que sirva como un avance más en el trabajo que se realiza para descifrar otro de los grandes misterios de los incas: los quipus, con los que la yupana guarda una gran relación.
"Algunos quipus me dan la idea de que hay una relación más íntima, algunos que juegan con cifras que llenan la línea completa (de la yupana)", explicó el peruano, quien para estudiar estos tejidos copia en su casa las descripciones realizadas por estudios estadounidenses.
Cincuenta son los quipus tejidos por el propio Chirinos, y que en algunos casos, aquellos más trabajados y con cientos de cuerdas, le obligan a trabajar durante semanas.
Esto se debe a que otra de sus ilusiones es que algún día se confirme, y se descifre, el modo en que los incas utilizan esos tejidos para registrar no solo números sino también nombres de autoridades, comunidades e incluso textos completos.
"Se cuenta en las crónicas que aprendían párrafos y textos enteros colocando piedritas o frijoles y la forma de colocarlos le hacían memorizar textos. Yo creo que este conocimiento de la yupana nos puede llevar a eso otro, pero aún falta", subrayó.
Y como ejemplo de ellos, puso a la escritura maya, que se descifró sólo después de que se difundieran los textos de una forma abierta.
"Lo que ha codificado el hombre otro hombre lo puede decodificar", sentenció el investigador.
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