Inflación
Obama Vs Merkel por José Ramón Pin Arboledas
Estoy en Nuevo York. Aquí las elecciones griegas importan poco. Pero Obama está preocupado con lo que pase en la zona euro. Le va en ello mantener la economía estadounidense en crecimiento. Las elecciones presidenciales están próximas y en este país la economía prima a la hora de elegir presidente. Con la frase «es la economía, estúpido» Clinton ganó a su oponente republicano. Ahora puede ser al contrario. Por eso el G-20 es importante en EE. UU. Obama pedirá que se reactive la economía de la zona euro, como el ha hecho con la economía americana, inyectando liquidez a través del BCE y los fondos de emergencia; que el BCE compre deuda periférica para bajar su prima de riesgo y que se avance hacia los eurobonos.
En todo ello tiene enfrente a Merkel. Su posición ni varía sustancialmente ni es lo rápida que la situación requiere. Como Merkel ha perdido a su aliado francés en este campo, en el balneario azteca de Los Cabos Francia y los europaíses presionaran a la alemana. No obstante, eso no parece arrugar a la canciller. Sólo si los propios alemanes se convencen de que salvar a los periféricos es salvar al euro y eso es lo mejor para ellos, lo harán. En caso contrario, si fuera sólo un cesión ante la presión, los pasos serían tan tímidos que no tranquilizarían a los mercados. Alemania debe ser consciente de que su liderazgo tiene un precio. Ser líder significa, la mayoría de veces, sacrificio. Luego vienen las recompensas.
El resto de los países del G-20 también tienen interés en salvar al euro. La UE es cliente de sus productos y proveedor de recursos, incluso financieros. La UE es depositaria de sus ahorros, muchas veces en forma de deudas soberanas. La UE representa el ideal democrático de muchos de sus pueblos, aunque no siempre de sus dirigentes. Por estas razones todos quieren salvar al euro.
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