Tierra de contrastes

MURCIA-El contacto con la naturaleza, la práctica de deportes de aventura, el descanso y, por supuesto, la degustación de una excelente gastronomía son tan solo algunas de las posibilidades que ofrece el interior de la Región de Murcia. Esto, unido a la cantidad y calidad de sus establecimientos rurales, convierte las tierras murcianas del noroeste en un lugar imprescindible para los viajeros sedientos de nuevos lugares por descubrir. Además, la buena climatología hace posible la práctica de actividades al aire libre en cualquier época del año, por lo que los alojamientos turísticos del interior presentan buenos índices anuales de ocupación y están prácticamente completos. Por este motivo, es recomendable, sobre todo en periodos vacacionales y festivos, que los que se decidan a pisar estos parajes reserven con antelación los hoteles en los que se deseen alojar o los restaurantes en los que quieran dar rienda suelta a sus sentidos.

El Noroeste es tierra de contrastes. Los grandes páramos conviven con los campos de viñedos y cereales, los arrozales y las elevaciones montañosas, como el macizo de Revolcadores, el más alto de la Región con sus más de dos mil metros. En esta comarca se encuentra Cehegín, una localidad con un patrimonio sorprendente en la que destaca la antigua ciudad romano-visigoda de Begastri, el yacimiento de estas características más importante de todo el país. Bullas, más al sur, es la cuna de excelentes vinos con Denominación de Origen, mientras que Calasparra destaca por sus célebres cultivos de arroz, también con Denominación de Origen.

Es en esta zona donde el turista puede encontrar un río Segura pleno de vitalidad, que crea espacios tan sorprendentes como el Cañón de Almadenes, un lugar único en la Región para practicar deportes como el rafting y el piragüismo fluvial. Moratalla, con su casco histórico intrincado y lleno de misterio, es otra de las poblaciones de esta comarca. En ella se puede descubrir el legado rupestre de la Región de Murcia, declarado Patrimonio de la Humanidad, gracias al Centro de Interpretación de Arte Rupestre «Casa de Cristo».

Por otro lado, la Ciudad Santa de Caravaca de la Cruz es el centro religioso de la Región de Murcia y el municipio más importante de la zona. Desde 1998, esta villa disfruta de Año Jubilar Perpetuo, que se celebra cada siete años y que garantiza la indulgencia plenaria a todo el que la visite.

Por lo demás, la condición geográfica del Noroeste murciano, situado en zona montañosa del interior y lejos de los tradicionales núcleos de tránsito, convierte a este lugar en un enclave de gran riqueza forestal, donde el visitante tiene la oportunidad de disfrutar de la naturaleza con propuestas como la Vía Verde, con un recorrido de 48 kilómetros que aprovecha el trazado de la antigua línea férrea para unir Mula con Caravaca de la Cruz.

Guía para no perderse en el Noroeste
1. Qué hacer
Realizar un recorrido por la historia de Cehegín, descubrir el significado de un Lignum Crucis, subir al pico de Revolcadores en Moratalla, pasear por el paraje natural Cabezo de Jara, presenciar la espectacularidad de las fiestas de Caravaca de la Cruz y admirar la majestuosidad de los caballos del vino.
2. Dónde dormir
En Bullas: hotel SG Bullas, hospedería Molino de Abajo, Casa Leonas, Casa Norte 5 y Casa Plaza Vieja. En Calasparra: hotel hostelería La Merced. En Caravaca: hoteles Central, Malena, Torreón Las Fuentes y El Zorro. En Cehegín: hotel La Muralla. En Moratalla: hotel hospedería rural La Tejera y camping La Puerta.
3. Dónde comer
En Bullas: restaurantes el Castillico, La Rafa, Avenida y Fernández. En Caravaca: restaurantes La Paz, Los Viñales y Paladar. En Moratalla: restaurantes El Olivar y Alharabe. En Cehegín: restaurantes Argos, La Almazara, El Cirilo y asador El Campillo. En Calasparra: Alandalus, Centro, Constitución y La Curva.