Elecciones andaluzas
Griñán en el Serengeti
Ha llegado el puente que Griñán esperaba para los pactos, y esta vez no le ha pillado junto al río ni los búfalos se han dejado embaucar. Griñán nunca tuvo intención de cruzar nada, sino que sencillamente pretendía seguir aplicando la vieja estrategia de los cocodrilos.
Lleva razón Diego Valderas cuando dice que el PSOE tendría que hacérselo mirar si no quiere que el PP pase sobre ellos durante los próximos veinte años. No es cuestión de ideología, salvo que la queramos ver en las rotondas y en los aparcamientos construidos, sino que lo de mantener pactos por razones ideológicas con el PSOE es como mantener relaciones sentimentales por orden alfabético. ¿Qué ideología tienen los ERE, lo de enchufar a parientes o aplicar el rodillo a la oposición abusando de las posiciones de poder que han venido ostentando durante los últimos años? Puede que Valderas haya tratado de responder a estas mismas preguntas y haya llegado a la misma conclusión a la que miles de votantes llegaron el 22 de mayo negándose a ser incluidos en esa división por colores y categorías que hasta ahora funcionaba por encima de todo lo demás.
«Los cocodrilos no comen carne, los búfalos no cruzan ríos», ya no cuela entre los que en la Sabana estaban acostumbrados a ser comidos. Puestos a observar rotondas y a discutir servicios municipales, Valderas no ha debido adivinar las diferencias que tan claramente ven los socialistas y ha dicho no, que es un primer paso para romper el cordón umbilical que les pretendía seguir atando de por vida.
La soberbia, ahora, pide paso con prisas a la coherencia y al PSOE le acaba de entrar un ataque de cuernos insoportable. «Contra natura» llaman de hecho, de manera machista y trasnochada, a esos pactos que los desalojan del poder y que no respetan la máxima de que en la casa común de la izquierda el que manda es siempre el padre, coma huevos o coma carne. Y hasta ahí podíamos llegar. La dieta de adelgazamiento a la que ha sido sometido el PSOE tras las últimas elecciones ha hecho tomar nota a IU, que ha preferido repasar primero el menú y decidir después si a quien apoya es de nuevo a los fondones.
Se desprenden del finado antes que contraer matrimonio en «artículo mortis» y han pedido a los socialistas que les enseñen la patita por debajo de la puerta. Cuando les amenazan con que viene el lobo que devora Doñana y es muy de derechas, ellos saben que con su negativa están ayudando a evolucionar a los cocodrilos de la izquierda.
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