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Cómo preparar la piel para la nieve

Cómo preparar la piel para la nieve
Cómo preparar la piel para la nievelarazon

La piel es el órgano más grande del organismo. En invierno, como vamos vestidos, las únicas partes que están visible son la cara y las manos. Si, además, vamos a la montaña, debemos tener en cuenta los factores climáticos como las bajas temperaturas, así como el viento, la lluvia, la nieve y el agua helada. Los días de sol, además, se juntan la radiación ultravioleta. En la piel y, en concreto, en la dermis existen unos receptores que captan tanto el dolor como los termo-receptores que estimulan al calor y el frío que se denominan Corpúsculos de Ruffini y se encuentran distribuidos por toda la piel. Por tanto, los productos que tenemos que utilizar nos deben proteger las capas exteriores de la piel y actuar, tanto a nivel de las bajas temperaturas, como de los rayos ultravioletas. Hay zonas en la cara que son más sensibles al frío que otras como ojos, nariz y labios. Los ojos suelen protegerse con gafas; la nariz al ser una parte mucosa que esta húmeda es mucho más sensible al frío que otras partes, al igual que los labios que al estar compuestos por ácido hialurónico que absorbe el agua ambiental son especialmente sensibles a las bajas temperaturas. Con el frío la piel pierde esta humedad, se agrieta, se irrita y se exfolia, por lo que parece lógico utilizar cremas y protectores que ayuden a mantener esa humedad natural. Como protectores del frío, lo más natural es utilizar cremas con un alto componente lipídico o con emulsiones tipo A/O (con la capa externa oleosa ) o A/S (donde el componente externo es una silicona, dando menos sensación grasa en la piel que la oleosa). Tomar unos días antes de ir a la nieve suplementos nutricionales puede ayudar a proteger la piel. El aceite de onagra ayudará a estimular la hidratación natural de la piel y a mejorar la formación lipídica. Ingerir carotenoides o licopenos favorece la producción de melanina y evitar las quemaduras solares.