Ciencia y Tecnología

Conducir tu coche con la mirada

Conducir tu coche con la mirada
Conducir tu coche con la miradalarazon

Los coches automáticos han dejado atrás la tradicional caja de cambios, pero hasta la fecha era absolutamente utópico sustituir al indispensable y característico volante. ¡Y menos aún por la mirada! Éste ha sido el propósito y el logro alcanzado por un equipo de científicos alemanes de la Universidad Libre de Berlín.

El proyecto conjuga algunas de las tecnologías desarrolladas en los últimos años y con una cámara, un ordenador integrado, un sistema de navegación GPS, radares y escáneres láseres hace mover el vehículo atendiendo sólo a la voluntad ocular. Como explica Raúl Rojas, profesor de inteligencia artificial de la citada universidad, «una cámara situada en el interior del coche observa directamente la posición de los ojos del conductor. Acto seguido, un ordenador reconoce la orientación de la mirada y hace girar las ruedas en la dirección exacta a la que la persona está mirando». Máxima seguridadPor otro lado, una de las cualidades más espectaculares de este proyecto, denominado «EyeDriver», es la de evitar obstáculos. Este coche de la nueva era no sólo te permite conducir con los ojos, sino que también sirve a éstos para advertir posibles peligros en la carretera.«El coche está equipado con radares, escáneres láser y vídeo cámaras conectadas a un ordenador central. El ordenador está continuamente monitorizando los datos a fin de detectar cualquier peatón, coche, bicicleta u otro obstáculo que se encuentre a menos de 70 metros. Si el dispositivo prevé una posible colisión hace disminuir la velocidad, esquiva el obstáculo o frena el coche», señala el experto. Por ello, sus creadores insisten en que no sólo es un coche fantástico sacado de una película, sino un proyecto con presente y futura aplicación real. A corto plazo su empleo podría estar orientado a un modo mixto de «semi-control». También podría ser usado para observar al conductor y actuar como «copiloto» para advertirle de posibles peligros.

Finalmente, los padres de la «criatura» creen que su futuro a largo plazo se instalaría dentro de nuestro entorno más cotidiano: «Nuestro objetivo es que pueda funcionar como los taxis de una ciudad; es decir, como un servicio público que evitaría a las personas la necesidad de contar con coches propios», concluye Rojas.