Crítica de libros
El Alcoyano moral para la crisis por Julián García Candau
El Club Deportivo Alcoyano es histórico independientemente del concepto futbolístico que se aplique a tal denominación. No necesita ser fundador de la Liga de Primera, ni haber ganado campeonatos nacionales. Es pura historia en sí mismo. Es el club español que más ha contribuido a engrandecer el lenguaje. En las conversaciones habituales hay dos asuntos que han nacido del fútbol. El primero, tener un hijo de penalti, comentario que se aplica poco ahora porque ello ha dejado de ser mancha ya que son muchas las parejas que acuden a formalizar su matrimonio con hijos de la mano. El segundo, y que no pasa de actualidad, tener más moral que el Alcoyano.
El equipo, en este caso no es el club, de la ciudad alicantina ha dejado para la posteridad y el uso en múltiples facetas de la vida el recurso dialéctico de tener más moral que el Alcoyano. No hace mucho, en las Cortes apareció la frase. En tiempos de tan dura crisis como los actuales son muchas las gentes que a modo de consuelo se recetan que, pese a todo, hay que tener la moral del Alcoyano.
El club llegó a Primera en los años posteriores a la Guerra Civil y se convirtió en el paradigma de un tiempo en que la crisis era mucho peor que la actual. Alcoy fue la capital de los librillos de papel de fumar de los que se servían los fumadores de aquellas cajetillas de la Tabacalera llenas de tronquitos. Luego llegó el Caldo de Gallina, que era lo que liaban gentes con más posibles como el Cardenal Tarancón.
El equipo, que ascendió por vez primera en la temporada 44-45, presidido por el padre de José Luis Pérez-Payá, descendió, pero nunca cayó por 11-0 y pidiendo la prórroga, como se decía chuscamente al definir su afán de victoria. En Liga de catorce equipos, recibió 54 goles y marcó 39. Aceptó las derrotas con deportividad, la misma con la que retornó a Primera en la 47-48. Esta vez se mantuvo dos años en la élite. Después, llegó el desmantelamiento con las ventas de Estruch, Cerdá, Cata y Bolinches. En Copa jugó partidos épicos como el disputado contra el Valencia que requirió desempate en El Sequiol.
El Alcoyano seguirá viviendo en el ánimo de la sociedad para civil o deportiva. No importa perder si se lucha hasta el final del partido. Con gran moral.
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