La retirada de Afganistán para después del verano

Diez años después de que el primer soldado español pusiera el pie en Afganistán, el futuro de la misión plantea ciertas dudas, no tanto en la fecha de retirada (2014) como en la velocidad de los pasos a dar para alcanzar los objetivos antes de esa fecha. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, tras visitar por primera vez al contingente español, aclaró que la retirada de un primer diez por ciento del contingente (150 hombres) previsto para el primer semestre de este año se retrasará hasta después del verano. Mientras, los relevos de ese porcentaje que no se retirará tendrán otro perfil, sustituyéndose en parte la Infantería pura y dura por elementos de apoyo y formación.

Fuentes militares, por su parte, tampoco ponen la mano en el fuego porque en 2013 se pueda replegar totalmente el otro 30 por ciento previsto, a la espera de cómo evolucione la misión y, sobre todo, la capacidad del Ejército afgano de hacerse cargo de la seguridad de la provincia de Badghis, donde está desplegado el contingente español.

La misión, «la más difícil» en palabras del ministro, debe cerrarse en dos años según acordó la OTAN, pero para eso se deben concluir aquellas tareas que se han empezado en todas las áreas, tal y como subrayó Morenés en una charla con la Prensa. Una de esas tareas, fundamental para el desarrollo de la zona, es la conclusión de las dos carreteras que unen Qala-i-Now (capital de la provincia) con el norte de la región, Bala Murghab. Una, la Lithium, sufragada por España, transita por el oeste; la otra, la Ring Road, a cuenta de la OTAN, por el este, por el valle del Murghab, la zona más peligrosa de la región. A día de hoy, tal y como ha ordenado el jefe del mando regional oeste, el general italiano Luciano Portolano, la prioridad es la ruta Lithium. Con esta orden y la retirada de los efectivos estadounidenses de la provincia en febrero, surge la segunda duda: los mandos militares españoles están estudiando un redespliegue del contingente que afectará sobre todo a la compañía desplegada en Darra-e-Bum, en el comienzo del valle del Murghab. Las opciones pasan por mantenerla en esa posición y desde allí apoyar al Ejército afgano en sus puestos de retaguardia o replegarla a Muqur, más al sur, y dejar una compañía afgana en el puesto más avanzado, una cota que costó mucho alcanzar al Ejército. Sea como sea, el avance por el peligroso y fundamental valle está parado, al revés que en la zona este, donde desde Ludina la ruta Lithium avanza hacia el norte con evidente oposición de la insurgencia. La Ring Road, por su parte, está construida hasta Muqur. En marzo, una empresa turca, acompañada de su propia seguridad privada, debería comenzar a construir el tramo entre Muqur y Darra-e-Bum y de ahí a Bala Murghab para cerrar la carretera más importante del país. Mientras, las tropas españolas tratarán de mantener lejos a los insurgentes y realizarán un esfuerzo suplementario en la ruta Lithium. De este modo, además, cumplirán con la petición del secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rassmussen, a Morenés de mantener el compromiso con la misión de las tropas españolas, una labor encomiada y agradecida por el danés en una carta remitida al ministro.

«España se hace allí y aquí»
Pedro Morenés realizó ayer su primer tour básico de Afganistán con un mensaje claro: reconocimiento a la labor de los militares desplegados y la seguridad como prioridad. El ministro de Defensa aterrizó en Herat, donde sirven 366 efectivos, y desde allí se trasladó a Qala-i-Now, sede del grueso de las tropas, unos 1.100 hombres y mujeres. Les alabó y recordó que «España se hace allí y se hace aquí. Ustedes están honrando a su patria y por eso les estamos agradecidos». Morenés, que trasladó un mensaje de agradecimiento de Su Majestad el Rey, recalcó que «su seguridad es la prioridad de este Gobierno» porque, además, el trabajo que los militares realizan en aquel inhóspito rincón, consciente de los «elevados riesgos», «contribuye directamente a la seguridad de España y a su prestigio».