Egipto
El Ejército se queda en el Gobierno
Mursi diseña un Ejecutivo continuista y de tecnócratas que abarca a todas las fuerzas egipcias. El mariscal Tantaui controlará la defensa
Un año y medio después de que el régimen de Hosni Mubarak fuese derrocado, Egipto ya tiene un nuevo Gobierno. Siete ministros del anterior Ejecutivo continúan en el poder, como los de Defensa, Finanzas y Asuntos Exteriores. El primer ministro egipcio, Hisham Qandil, se ha apresurado a asegurar que los cargos se han elegido «por su profesionalidad y no por su afiliciación religiosa», debido a la expectación que se tenía frente al nombramiento de los nuevos ministros. Qandil se reunió hace varios días con Mohamed Mursi para revisar la lista definitiva y conseguir el «visto bueno» del presidente a la hora de formar el nuevo Gobierno.
De entre todos los ministros, la figura del general Tantaui ha sido la más comentada. Tantaui seguirá siendo ministro de Defensa, cargo que ha desempeñado frente a siete gobiernos diferentes desde 1991 hasta febrero de 2011, cuando comenzaron las protestas en Egipto y dimitió. El militar, que ha estado en el Gobierno de Mubarak durante dos décadas, es a su vez el jefe del Ejército, el cual sigue ostentando el poder y desempeña un papel muy importante en el Gobierno civil. Este poder se debe a un decreto que promulgaron ellos mismos antes de que Mursi fuese elegido presidente y que confiere al Ejército, entre otros poderes, el de aprobar leyes.
Qandil también ha tenido que responder ante el supuesto malestar que existe en el partido salafista, ya que éste no se encuentra al frente de ningún ministerio. Hace tres días el líder del partido salafista, Ahmed Jalil, aseguró que habían recibido una oferta de Qandil para que uno de sus miembros estuviera al frente del Ministerio de Medio Ambiente y éstos lo habrían rechazado debido a que, en su opinión, el Gobierno «ha fracasado a la hora de cumplir sus promesas». El primer ministro apeló a la profesionalidad de los nuevos cargos en referencia a estas informaciones. El nuevo Gobierno, formado por tecnócratas, islamistas y moderados, incluye ocho ministerios de Estado y cuatro nuevos departamentos.
A pesar de todos los nombramientos de ayer, aún queda por anunciar los nombres de los que compondrán el «equipo presidencial», un grupo que se dedicará a asesorar a Mursi y del que, por ahora, el único miembro que se conoce es a Kamal Ganzuri, según la televisión estatal egipcia. Ganzuri, de 79 años, fue ministro de Planificación durante el Gobierno de Mubarak y fue elegido primer ministro por la Junta Militar para «formar un Gobierno de salvación nacional» después de que Mubarak fuera derrocado.
Los 35 ministros juraron ayer su cargo ante el presidente, mientras que el primer ministro situó la economía y la seguridad como los principales retos del Ejecutivo. A pesar del descontento de algunos grupos por la composición del nuevo Gobierno, compuesto en su mayoría por tecnócratas y representantes del Partido Libertad y Justicia, Qandil aseguró que el nuevo «Gobierno tiene que cumplir con los objetivos de la revolución: pan, libertad y justicia social».
POLÉMICO PRIMER MINISTRO
Hisham Qandil fue elegido primer ministro por Mursi el 24 de julio, y desde el primer momento su nombramiento fue recibido con cierto recelo por amplios sectores de la sociedad egipcia debido a su «cercanía a los Hermanos Musulmanes». Hisham Qandil, de 50 años y licenciado en Ingeniería por la Universidad de El Cairo, es un tecnócrata poco conocido y de tendencia islamista que antes fue ministro de Recursos Hídricos. Los partidos liberales y de izquierdas denuncian que los Hermanos incumplieron su promesa de nombrar a un jefe de Gobierno independiente.
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