Conciertos

Mayrén Beneyto: «El éxito del Palau es el de todos los valencianos»

«Con la construcción del Palau de les Arts, entendí que había que repartir, pero me dolió en el corazón»

Mayrén Beneyto: «El éxito del Palau es el de todos los valencianos»
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Valencia- Casi diez millones de visitantes, 54.000 abonos vendidos, 8.400 conciertos... Las cifras de estos veinticinco años son abrumadoras ¿cuál es la receta del éxito del Palau?
-Yo creo que radica en el equipo. Ha acertado en la programación, en acercar el Palau al público. Todas esas cifras han sido un éxito de todos los valencianos. Y también, que se han hecho muchísimas cosas como la ampliación y las mejoras necesarias. Pero el verdadero éxito es haber acercado el Palau de la Música a los valencianos. Todos los que formamos el Palau hemos trabajado en esa dirección.

-¿Y cómo se logra aumentarlo cuando el presupuesto destinado es cada vez menor? En 2012 se ha visto reducido en un 8 por ciento.
-Nosotros siempre hemos programado sabiendo el dinero que teníamos. Hay instituciones musicales que han ideado la programación y luego han buscado la financiación. En el Palau nunca ha sido así. Y lo hemos hecho con una visión clarísima de que la Orquesta de Valencia sería, en el futuro, la gran columna del Palau. Hemos invertido en ella. Y hemos traído, siempre de acuerdo con la economía y el dinero del que disponíamos, a las grandes formaciones. Y he decir que, prácticamente, no se nos ha escapado ninguna (ríe).

-Es de las pocas Administraciones que puede decir que lo tiene todo pagado.
-En estos momentos sí. Yo he trabajado siempre con presupuesto. No nos olvidemos que, el Palau de la Música como ente autónomo, tiene sus interventores. Y lo vuelvo a repetir, siempre nos hemos ceñido a las cuentas. Y a muchos maestros y formaciones que han venido les hemos pedido que se rebajaran el caché y muchos lo han hecho sólo por venir a esta casa.

-¿Le ha tocado luchar para darle valor a la cultura y a la música en Valencia?
-Mucho. He luchado mucho para que se entendiese que la cultura es un medicamento para la sociedad, para el corazón, para el alma. Pero además, el pueblo tiene que tener cultura. Y luego, aparte, tengo que agradecerle a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y demás concejales del Ayuntamiento que hayan entendido que a la música hay que pagarla en el momento. No se puede dejar a deber. Y por eso estamos dentro del circuito internacional de los grandes auditorios.

-¿Qué se le pasa por la cabeza cuando le dicen que se va a construir el Palau de les Arts Reina Sofía y es allí donde se va a programar ópera?
-Reconozco que, antes de este gran proyecto, se pensó que el Palau se adecuase para acoger ópera. El coste no era excesivo, pero entendimos que estando el Teatro Principal y, posteriormente, el Palau de les Arts, no era necesario. Yo como amante de la ópera, estoy encantada, pero indudablemente cuando se llevaron a algunos de los profesores del Palau, a algunos trabajadores o al Coro de la Generalitat, me dolió en el corazón. Pero todo lo comprendí porque más importante que yo y que el Palau son los valencianos.

-¿Algo que le doliera en concreto?
-Entendí que lo que había que hacer era repartir la programación. Pero indudablemente, ha habido momentos en los que he tenido en mis manos traer a grandes sopranos y tenores, y a grandes directores como Lorin Maazel o Zubin Mehta que los he compartido, y he tenido que renunciar a ello porque entendía que ese trabajo no me correspondía a mí.

-¿Con qué momento se queda de sus veinte años como presidenta?
-Me quedo con el esfuerzo enorme del Año de Puccini, en el que vinieron los grandes de la ópera, y con los éxitos de la Orquesta de Valencia, en los que siempre ha estado a mi lado el subdirector musical, Ramón Almazán. Cuando la gente aplaude a la Orquesta lo siento en el corazón. Y en especial con el último concierto de Carlos Kleiber junto a la Bayerischen, un director que a los pocos meses falleció, y que creó en el Palau un aura, tal unión con el público, que era como si hubiera magia, como si los violines bailaran.

-¿Qué le depara el futuro al Palau de la Música de Valencia?
-Va a ser un futuro muy positivo, porque esos niños que oyeron aquí su primer concierto con meses, que los trajeron sus padres y sus abuelos y participaron en el ciclo «Creciendo con la música» son los que van a seguir apoyando a esta institución.

-Pida un deseo por este vigésimo quinto cumpleaños.
- Que la Orquesta de Valencia siga en unión constante con el público, que transmita. Yo le auguro muchos éxitos al Palau, y cuando no sea presidenta, espero seguir siendo abonada y seguir aplaudiendo a mi Orquesta y al Palau.


EN PRIMERA PERSONA
Mayrén Beneyto siempre habla en plural. Porque si algo reconoce es la eficiencia de todo el equipo que forma el Palau de la Música, que este año celebra el 25 aniversario de uno de los auditorios más respetados del mundo. «Desde el primero hasta el último, me los conozco a todos», asegura orgullosa. Antes abonada que presidenta, defiende como «columna principal» a la Orquesta de Valencia. Pero además, durante sus veinte años de mandato se ha erigido como la perfecta anfitriona de los genios que han pasado por el Palau. «Los maestros, en la intimidad, tienen mucho carácter. Pero he de decir que he tenido momentos maravillosos con gente como Solti, García Navarro, Dudamel y Rostropovich, quien siempre colaboró con Unicef».