Actualidad

Providencial Arenas por Santiago Talaya

La Razón
La RazónLa Razón

Para eclipsar la noticia y neutralizar la reacción contraria de parte del régimen Franco hizo coincidir la proclamación como sucesor de Don Juan Carlos con la llegada del hombre a la luna. Pues bien, quizás guiado por este galleguismo y seguro que tras los consejos de algún asesor, Rajoy creyó que las medidas del treinta de diciembre se olvidarían entre los confetis de Año Nuevo y los presentes del Día Reyes. Craso error en una política de comunicación que no calibró el habitual ayuno informativo de los días festivos y la predisposición de la opinión pública, desde que estalló la crisis, a seguir las noticias económicas. Desconcertado por el paso en falso, y con cierta mala conciencia después de un discurso de investidura en el que el aspirante a presidente reiteró su intención de no subir los impuestos, ha habido un par de semanas en que el Ejecutivo central ha confundido a propios y ha proporcionado a los adversarios una inesperada munición, sin que pareciera haber nadie capaz de hilar una mínima explicación sobre lo que parecía una flagrante contradicción, incluso una gran mentira. Hasta este pasado sábado en Málaga, donde a Javier Arenas le bastaron seis minutos para situar en sus justos términos las primeras decisiones tomadas en Moncloa, desmontando gran parte de la artillería que desde el día de autos viene disparando la izquierda política y mediática. En esta ocasión la foto junto a Pastrana, Carbonero y Herrero sí que no tiene precio. Otra vez por tanto el de Olvera en auxilio de Rajoy y de nuevo el PP andaluz como principal sostén de su proyecto nacional y acaso único escenario donde el presidente es capaz de transmitir algo de estímulo e ilusión. Por cierto, no perder de vista a Fátima Báñez, que nunca cambia de chaqueta y suele ser de color rojo. Añado: Arenas sigue dudando de la veracidad de las cuentas de la Junta. Y tal vez no sea descabellado porque Andalucía tiene tan buen clima y un extenso litoral como le ocurre a Valencia. ¿Nos hará el próximo gobierno autonómico un traje… de fallero?