Sevilla

La reforma de nunca empezar

Los bomberos no sólo advierten del eterno retraso en las obras del Parque Central sino del proyecto, que «no se adapta a las necesidades de habitabilidad»

La reforma de nunca empezar
La reforma de nunca empezarlarazon

Sevilla- El pasado verano, el alcalde inició los trámites para la ejecución de las obras del Parque Central de Bomberos. Con un presupuesto de casi 1 millón de euros y un plazo de nueve meses de ejecución, la prometida reforma debía comenzar en diciembre. La sorpresa ya no es el retraso sino que son los bomberos quienes advierten de que no será «una solución» y sólo un «parche».
 El 27 de diciembre pasado finalizó el plazo para que las empresas interesadas optaran a la adjudicación de las obras. La Gerencia de Urbanismo tiene ahora un mes para adoptar una decisión y los bomberos desconfían de que los trámites burocráticos permitan el inicio de las obras en menos de dos meses. Y, metidos de lleno en marzo, plantean la conveniencia de iniciar los trabajos con las fiestas primaverales a la vuelta de la esquina, cuando se refuerza la dotación de servicios del parque.
El problema del retraso en el inicio de unas obras que Zoido prometió que darían inicio a finales de 2011 incluso pasa a segundo plano cuando resulta que los bomberos no están conformes con el proyecto en sí que se acometerá en la estación, ideado por el anterior Gobierno municipal.
Juan Antonio Ballesta, secretario general de la sección del Sindicato Profesional de Bomberos (SPB), asegura que «la obra no se adapta a las necesidades en cuanto a habitabilidad» y recuerda que en su momento plantearon al Ayuntamiento unas modificaciones que «no han sido tenidas en cuenta». Ballesta, que habla en representación del 90% de los profesionales, repite que «la reforma sería parcial y no una solución» porque «las condiciones de hacinamiento se mantienen». Sobre los planos, se comprueba que se han suprimido oficinas y en su lugar se han colocado taquillas; las dimensiones de la cocina siguen siendo reducidas y las zonas de estancia y la biblioteca, compartidas; además, las habitaciones son pequeñas y se ha optado por eliminar una chimenea originaria de 1929 que bien podría mantenerse. Ante esta situación, los bomberos se han reunido con la Delegación de Seguridad y la solución que se plantea es establecer un diálogo con la empresa adjudicataria e introducir pequeñas modificaciones de tabiquería. «Cuando la Gerencia hizo el proyecto, hicimos llegar nuestras inquietudes, pero se han quedado en eso, en meras reuniones. Los sindicatos hablamos con el alcalde e incluso vio admisible que el parque central se quedara como museo, como planteamos, pero se echó atrás y ahora se ejecutarán las obras del anterior Gobierno municipal. Al final han ofertado una obra que no consideramos idónea». Bajo su punto de vista, «la ciudad necesita un parque nuevo y moderno». De hecho, recuerda que el actual tiene «más de cien años» y «no reúne las características que se deben exigir». De hecho, Ballesta recuerda que cerca de la actual ubicación existen unos terrenos de propiedad municipal, que en la antigüedad fueron militares, sobre los que se podría haber levantado un parque «en condiciones».


La productividad, la reclasificación y la mala gestión
La reforma del Parque Central es sólo uno de los problemas. Los bomberos ven incluso más importante destacar el envejecimiento que sufre una plantilla corta y dirigida «como un cortijo» por la jefatura. La edad media es de 45 años y hay profesionales en activo por encima de los 55. Además, el nivel actual de productividad provoca retrasos desde abril de 2011 (los sindicatos esperan resolverlos antes de que el Ayuntamiento apruebe los presupuestos) y que el personal no pueda utilizar los días de asuntos propios. Y las oposiciones de 2007 aún no tienen fecha y «no sabemos cuándo entrará más personal». A todo ello se une la no aplicación de la última reclasificación profesional, lo que tiene al colectivo muy molesto. Hoy tienen asamblea para buscar soluciones.